VÍCTOR BARRÓN
Al argumentar agenda llena, Jonathan Ávalos Rodríguez, alcalde de Francisco I. Madero, se negó a dar declaraciones sobre la polémica del dióxido de cloro promovido por su gobierno como tratamiento para pacientes con Covid-19.
De forma extraoficial circulan versiones que apuntan a que Ávalos Rodríguez estaría ocupado preparando la respuesta a una notificación enviada por la Secretaría de Salud de Coahuila, así como a un oficio más, este emitido por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila.
En ese contexto, Grupo Región realizó un sondeo para conocer el punto de vista de los habitantes de Madero respecto a la alternativa de salud promovida por el gobierno municipal.
La mayoría de los entrevistados mostró desconfianza ante un tratamiento que no cuenta con bases científicas para su consumo.
“Se me hace muy drástico; pero si esto ayuda también a la ciudadanía, por mi parte estaría bien, pero si no, es contraproducente una cosa con otra”, manifestó uno de los maderenses.
Otro de los ciudadanos opinó que se opondría a que su familia consumiera el producto, ya que al ser un medicamento que carece de bases científicas sobre su efectividad, es como si el ayuntamiento de Madero tomara a la población como “conejillos de indias” al promover tratamientos de este tipo.
Finalmente, hubo quienes no descartaron al dióxido de cloro como último recurso en caso de situaciones extremas ligadas a la infección por coronavirus.
“A lo mejor si ya se ha hecho de todo y no pasa nada; de última opción, si ya no hubiera nada que hacer, pues sí lo tomaría”, manifestó una ciudadana.