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Policías “truncan” sueño de profesor saltillense

Especial

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14 de Agosto 2017
Tras detenerlo, lo golpearon hasta matarlo; la familia exige justicia

Por: Alberto Gómez

 

Rafael nunca imaginó que el pasado jueves 10 de agosto sería el último día de su vida y menos que quien se la arrebataría serían elementos de la Policía Municipal de Saltillo.

Eran alrededor de las 20:30 horas del jueves 10 de agosto y Rafael, un joven maestro de 24 años de edad, arribó a los campos de futbol de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en la colonia Zaragoza.

Repentinamente, y sin motivo alguno, comenzó a quitarse la ropa en el lugar y a caminar desnudo por fuera de las canchas.

Personas que observaron a Rafael, lo reportaron a las autoridades y minutos más tarde arribó la unidad 1446 de la corporación municipal y detuvieron al exhibicionista. Rafael, según testigos, se resistió al arresto y los oficiales tuvieron que utilizar la fuerza para subirlo a la patrulla, pero “se les pasó la mano” y en el camino, le propinaron una brutal golpiza que lo dejó inconsciente.

Los oficiales trasladaron al joven a la Cruz Roja, donde llegó sin vida. Rafael Pérez Hernández, de 24 años, era un profesor que impartía clases en la escuela primaria anexa a la Normal, en esta capital y estaba agremiado a la sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Ya con el detenido sin vida, los oficiales trataron de armar una coartada y señalaron a las autoridades ministeriales que acudieron a la benemérita institución a tomar conocimiento del deceso que –inicialmente– habían trasladado a Rafael, tras haberlo encontrado golpeado en las calles de la colonia Zaragoza, y posteriormente, cambiaron su versión.

Dijeron que el joven se había provocado las lesiones cuando lo trasladaban a las celdas preventivas. Policías “truncan” sueño de profesor saltillense Tras detenerlo, lo golpearon hasta matarlo; la familia exige justicia Elementos de la Policía Investigadora de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) consignaron en calidad de presentados a los cuatro elementos, así como a la unidad policial que presentaba en la caja una gran mancha de sangre, y los turnaron ante el ministerio público de la localidad.

Horas más tarde, la necropsia reveló la atroz verdad. El joven maestro había muerto por estrangulamiento.

El cuerpo presentaba evidentes huellas de violencia en diferentes partes, así como las marcas de las esposas en ambas muñecas.

Abuso de autoridad

El subprocurador ministerial de la PGJE, Norberto Ontiveros Lesa, señaló que Rafael Pérez Hernández fue víctima de estrangulamiento por parte de tres oficiales de la Policía Municipal de Saltillo, quienes además le ocasionaron múltiples fracturas en las piernas y el tórax, al ser atacado brutalmente a golpes. Mencionó que los uniformados abandonaron el cuerpo del maestro en las instalaciones de la Cruz Roja, donde llegaron, lo bajaron y huyeron del lugar, cuando era su obligación quedarse y atender las indicaciones de los médicos.

“Es importante aclarar que al haber realizado la necropsia se descartó que la víctima se haya autoinfligido las lesiones, por lo que se confirma que fueron los policías quienes lo agredieron. A pesar que la víctima haya cometido un delito, no se justifica de ninguna manera que hayan actuado de esa forma en contra de la víctima”.

Lamenta gobernador deceso

El gobernador, Rubén Moreira, lamentó la muerte del joven maestro, quien perdió la vida a manos de elementos de la policía que lo atacaron a golpes luego de ser detenido. Moreira Valdez dijo que la investigación se hizo la misma noche del jueves y durante la madrugada del viernes para dar celeridad y una respuesta rápida a la familia.

Aseguró que los elementos involucrados serán juzgados conforme a la legislación y de ser encontrados responsables, serán castigados con todo el rigor que se merecen.

“Era un buen muchacho”

Rafael Pérez Martínez, padre del joven maestro que fue asesinado por policías de Saltillo, aseguró que su hijo era una buena persona, pues no se metía en problemas con nadie.

Mi hijo no era ningún malandro, no lo digo yo, sino su trayectoria. Tenía una carrera en composición musical, era exitoso”, señaló.

El padre de la víctima se reunió con el alcalde, Isidro López Villarreal, quien en ningún momento se acercó a la familia para dar una explicación u ofrecer una disculpa.

“Yo tuve que estar de incógnito ahí, hasta que le dije quién era y que quería hablar, pero no está acostumbrado a hablar con la gente“.

El padre afirmó que no busca victimizarse, sino sólo quiere exponer el salvajismo con el que actúa la Policía Municipal.

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