Capital Coahuila
WWW.CAPITALCOAHUILA.COM.MX
Viernes 10 de Mayo 2024
UnidadInvestigación
| | |

Periodistas demandados

20 de Febrero 2020

POR HUGO DÍAZ

Estuve platicando con Dalia Reyes, una amiga a quien aprecio y reconozco todo el apoyo que me ha brindado durante mi estancia para lograr el título de la especialidad de periodismo por la facultad de ciencias de la comunicación en la Universidad Autónoma de Coahuila.

Me contaba que se ha estado invitando a periodistas y reporteros en activo que cuenten con una licenciatura a cursar esta especialidad con el propósito de que los participantes adquieran las herramientas adecuadas que les permitan desarrollar su trabajo no solo con mayor calidad y de una manera más efectiva, sino también con mayor responsabilidad.

Le dije que pensaba que la especialidad debiera ser cursada por aquellos que tienen una licenciatura aun y cuando no sean periodistas o reporteros en activo.

La tendencia de reporteros y no reporteros, periodistas y no periodistas de expresarse a través de las redes sociales debe despertar el interés por tener una preparación como la que ofrece la facultad.

En hechos que terminan por indignar a la sociedad, por ejemplo el asesinato de la menor de cinco meses de edad en Saltillo se trastocan las fibras del corazón y hacen que hasta el más experimentado comunicador termine por ser traicionado por sus sentimientos y pierda el grado de objetividad con el que pudiera informar.

Un ejemplo claro de lo que aquí escribo es el caso de la desaparición en primera instancia, y después asesinato de Gabriela Kobel Lara alcaldesa Juárez.

De acuerdo con el abogado asesor de la familia de Gabriela, han sido denunciados por daños a la moral en contra de sus representados comunicadores de prensa y de radio.

Según Ismael, en el caso del radio se trata de una mujer “que al aire dijo babosada y media y que tiene una calidad moral muy ínfima; y no tenía ni siquiera porque admirarse de una situación que resultó trágica”.

Los que nos dedicamos a la comunicación sabemos de la máxima que nos rige, es mejor hablar con los pelos de la burra en la mano. Cuando hablamos o escribimos motivados por una animadversión o coraje hacia algo o alguien, conocemos los riesgos que esto conlleva.

Independientemente de los dichos publicados por la reportera vale la pena reflexionar sobre aquello que nos motiva a informar con odio o coraje y las consecuencias que ello puede acarrear.

Es la comunicación en los medios que se desarrolla sin la más mínima preparación la que termina por hacernos presa de una sociedad que exige seriedad en el trabajo periodístico y nos tacha de fascinerosos y chayoteros al servicio del mejor postor.

No soy de la idea que se cierren las puertas a quienes les guste el trabajo de periodismo en cualquiera de sus modalidades, pero si soy un apasionado de que el ser humano debe prepararse lo mejor posible para cualquiera que sea su trabajo y de esta manera dignificarlo.