El milagro croata

JOSÉ INOCENCIO AGUIRRE WILLARS

¡Hola! Muy buenos días, tardes o noches, dependiendo la hora en que me lean. 

No, en esta ocasión no nos referimos al fútbol, y aunque el éxito en este deporte es parte del éxito de Croacia como país, en este artículo estaremos repasando un poco de la historia de esta nación que ha sabido renacer cual ave fénix de interminables batallas.

Croacia tiene una extensión territorial de 56 mil kilómetros cuadrados y una población de 3.8 millones de habitantes; es decir, equivale a una tercera parte del territorio coahuilense y tiene apenas 700 mil habitantes más que nuestro estado.

Aún y cuando en su faceta de país independiente tiene poco menos de 30 años, como nación data del 925 después de Cristo. En ese año se formó el Reino de Croacia que algunos años después, en el 1,102 se anexó a Hungría y posteriormente a lo que fue conocido como el Imperio Austrohúngaro. 

Posterior a las guerras balcánicas y a la primera guerra mundial en las que se disolvieron el imperio otomano y al austrohúngaro, se creó el efímero Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos, que después se convertiría, en 1929, en el Reino de Yugoslavia. Esta primera etapa de Yugoslavia fue monárquica y centraba su poder principalmente en el territorio de Serbia. Posterior a la segunda guerra mundial y tras un breve dominio del territorio por Italia y la Alemania Nazi, Croacia se reincorpora a Yugoslavia, ahora en la forma de la República Federal Socialista de Yugoslavia.

Este nuevo intento de unificar a las naciones balcánicas se dio bajo el liderazgo de Josip Broz “Tito”, quien bajo un régimen de mano dura, pero de cierto respeto y libertades hacia los diferentes movimientos nacionalistas que convivían en un mismo estado, supo llevar con relativa estabilidad y paz las riendas de un país en el que convergían seis identidades nacionales, Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia, cuatro idiomas, tres religiones antagónicas, el catolicismo, el islam y los ortodoxos y dos alfabetos.

Tras la muerte de Tito en 1980, la caída del muro de Berlín y la independencia de las naciones soviéticas, los sentimientos nacionalistas de la región cobraron fuerza, por lo que en 1991 Eslovenia y Croacia se declaran independientes, seguidos poco después por Macedonia y Serbia y Herzegovina. 

La resistencia a declarar la independencia de estas naciones se dio por los serbios, ya que gran parte de su población residía también en territorios croatas y bosnios principalmente. Eslovenia y Macedonia al ser naciones que no compartían población con Serbia, transitaron sin problema hacia la independencia. Croacia por su parte, enfrentó no sólo al territorio serbio, si no a los propios serbios que habitaban en sus tierras. Fueron varios años de enfrentamientos y masacres, pero finalmente, tras un encierro de 21 días en los Estados Unidos, se firmaron los Acuerdos de Dayton y se concretó la paz y la independencia al verse disuelta la controvertida Yugoslavia.

Hoy, apenas 27 años después, la selección croata de fútbol ya jugó una final y una semifinal en los mundiales de Rusia y Qatar. Luka Modric, su capitán, inició a jugar este deporte en un campamento de refugiados y varios de sus integrantes fueron desplazados de este país por la violencia generada por la guerra. 

El turismo es la principal fuente de ingresos en el país; la región de Dalmacia, sus principales ciudades costeras y la infinidad de islas croatas en el Adriático se encuentran entre los principales destinos para viajeros de todo el mundo. Dubrovnik es escenario de series y producciones cinematográficas internacionales, Zadar ha sido recientemente galardonada como el mejor destino turístico europeo y en Split se celebra uno de los principales festivales internacionales de música electrónica; mientras que la capital del país, Zagreb, cuenta con el que ha sido considerado el mejor mercado de Navidad en Europa.

Definitivamente, los croatas, cual ave Fénix, han sabido renacer de las cenizas y ser hoy un ejemplo mundial de resiliencia, tenacidad, esfuerzo y orgullo nacionalista.

Saludos a todas y a todos y por aquí nos vemos la próxima semana.