Negación conlleva diagnósticos tardíos de discapacidad

LAURA ESTRADA

La negación es una etapa en los padres de familia que lleva a diagnósticos tardíos de una discapacidad, lo que dificulta la inclusión adecuada de los niños a una escuela de educación especial y por consecuencia a avanzar a niveles más elevados de educación, manifestó Olivia Flores Castañeda, Coordinadora del Centro de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED) en Acuña.

Expresó que al Centro han llegado padres de familia a pedir apoyo para ingresar a sus hijos en la educación especial, luego de haber cursado la educación básica en escuelas regulares, dónde por sus condiciones no tuvieron un aprendizaje correcto, pero aún en esta situación los padres desconocen si su hijo tiene discapacidad, ya que no cuentan con un diagnóstico médico y en muchos casos nunca se ha recorrido a uno para saber el tipo de discapacidad que tiene el adolescente.

“Desde la primera etapa o la infancia nos damos cuenta cuando un niño no ha adquirido ese lenguaje, no empieza a dar sus primeros pasos o cuando le hablas y no voltea, nosotros como padres podemos darnos cuenta de que hay algo que no está funcionando bien”, expresó al referirse a que es responsabilidad de los padres de familia acudir por un diagnóstico a los primeros signos de retraso en el desarrollo del niño, para que pueda recibir apoyo desde la primera infancia.

Reconoció que la negación es una etapa que se sufre y no se reconoce la discapacidad de un hijo, por lo que el diagnóstico tardío provoca mayores deficiencias en el desarrollo o impide un tratamiento neurológico adecuado y temprano que permita tener mayores posibilidades de mejorar el aprendizaje, el lenguaje y la comunicación de los infantes.