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Días aislado: historia de un paciente asintomático

Foto: Christopher Vanegas

Foto: Christopher Vanegas

23 de Noviembre 2020

CHRISTOPHER VANEGAS

Una de las enseñanzas que le dejó el Covid-19 a Heriberto, o Beto, como lo conocen sus amigos, fue valorar más la vida. Él estuvo en aislamiento poco más de 14 días por dar positivo al coronavirus SARS-CoV-2, que, aunque fue asintomático, en realidad es una moneda al aire ya hasta el momento no se sabe cuan agresivo puede ser el virus una vez que entra al organismo. 

Antes de que enfermara, él tomaba todos los cuidados, pese a que su trabajo como periodista de “la nota roja” constantemente lo exponía, entre a otras cosas, al posible contagio de Covid-19, esto a la convivencia diaria que tiene con paramédicos, de Cruz Roja y Bomberos, autoridades de los tres órdenes de gobierno y compañeros de otros medios, en donde varios dieron positivo.

Sin embargo, el virus ingresó de una manera que jamás imaginó, fue contagiado por su novia, que a su vez fue contaminada por su madre; ya que uno de sus yernos es parte del personal médico que atiende a personas con Covid. 

Comenzó con síntomas el 24 de octubre, pero debido a que en esta temporada del año (otoño-inverno) presenta gripes y alergias no llegó a pensar que se trataría de Covid-19, así que fue a consulta regular con el médico de la familia. 

El doctor le recomendó que se hiciera una prueba así que acudió a un laboratorio privado, sin embargo, continuó trabajando hasta que le entregaron los resultados del análisis que se hizo el 26 de octubre.

En esta prueba, que le costó 950 pesos, le confirmó ser positivo a SARS-CoV-2 el martes 27 de octubre, momento en el que notificó en su trabajo, a sus amigos cercanos y en especial a su madre, que entra en el rango de personas vulnerables y su hermano. Vivió en aislamiento durante más de 14 días. 

Desde el día uno se enclaustró en su cuarto, se le destinó uno de los baños de la casa y comenzó con tratamiento médico, que también costeó de manera privada y en el que gastó alrededor de mil pesos, evitando el contacto con familia.  

Pese a las herramientas tecnológicas y las comodidades de estar en su casa el encierro fue desesperante. Vio películas, jugó Xbox y habló de manera virtual con sus amigos y su novia, que también dio positivo, intentando matar el tiempo. 

Recuerda que la convivencia dentro de casa cambió, afuera de la puerta de habitación colocaron una mesa en donde le dejaban los alimentos, él los tomaba y luego desinfectaba la mesa. 

Para asearse entraba al baño que dejaron exclusivamente para él y cada vez que lo usaba lo desinfectaba, de igual manera desinfectaba el pasillo por donde accedía al baño y su habitación de manera constante. 

Para evitar sugestión su familia evitó hacerse la prueba y gracias a los cuidados que tuvieron no presentaron ningún síntoma y no terminaron contagiados.  

Pese al miedo que sentía lo que le alentaba a seguir es que se considera una persona sana y que a sus 29 años no ha presentado ninguna enfermedad de gravedad o algún padecimiento crónico.  

Como plan de contingencia en caso de que presentara alguna complicación durante el confinamiento, compró un oxímetro y un termómetro herramientas que utilizó para automonitorearse constantemente. 

Por fortuna, Beto, no tuvo complicaciones durante su confinamiento, pero dos días sí presentó dificultades para respirar, además de fatiga y dolor muscular, síntomas que desaparecieron conforme el paso de los días, al igual que el virus. 

Ahora, dijo, valora más su libertad, ya que, al verse encerrado en cuatro paredes, es un proceso estresante y fatigante, esto lo incita a tener más cuidados y llevar una vida más sana para cuando se llegue a presentar una situación similar no ser vulnerable y no estar dentro de los rangos de población de riesgo.