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19 de Septiembre 2018

PARALAJE

HUGO DÍAZ

Esta semana me enteré con tristeza de un dato que me provocó escalofrío y más cuando observé en las redes sociales una cascada de felicitaciones por tal acontecimiento, e inmediatamente me asaltó la pregunta de ¿A dónde quieren los diputados locales llevar la educación de nuestros jóvenes en Coahuila?

En su página personal la diputada local por Saltillo Diana Patricia González Soto anunció con júbilo su iniciativa de decreto que consiste básicamente en la prohibición del uso de dispositivos móviles durante las horas clase en educación primaria y secundaria.

La doctora María Isabel Ramírez Ochoa mi maestra en el taller de thatquiz se moriría al ver semejante propuesta después de que le presumí en el congreso internacional educativo multidisciplinario en marzo de este año los logros alcanzados en materia educativa en Coahuila.

Y es que la especialista es una fiel defensora, igual que quien esto escribe, del derecho de los estudiantes a hacer uso de las nuevas tecnologías de la información a la hora de trabajar en la escuela, aún y con los consabidos riesgos que ello implica sin descartar la supervisión permanente del maestro.

Por citar algunas de las ventajas del uso de las tecnologías en la escuela, pudiera ahorrarse papel y estuviéramos contribuyendo al cuidado del medio ambiente; desarrollaríamos los contenidos a través de actividades lúdicas y hacer mejor la estancia de los alumnos en el aula.

Sin embargo, alguien debe estar asesorando mal a la diputada egresada de la escuela normal de Torreón con relación a este tópico, en lugar de prohibirlo tajantemente, debería regularse el uso del mismo, autorizar a los docentes para que el teléfono celular pueda convertirse en accesorio de trabajo como lo es el estuche de geometría, la calculadora, el lápiz, etc.

Hoy en día a los estudiantes se les debe ayudar a desarrollar la capacidad de utilizar estos dispositivos recordándoles que son un aliado para mejorar su calidad educativa porque en el siglo 21 el estudiante debe aprender con, sin, y a pesar del maestro; no se debe sembrar la enemistad que algunos docentes ven en los dispositivos móviles a la hora de dar clases.

En alguno de los diputados deben entrar estos argumentos para hacer una profunda revisión, un muy buen análisis y una modificación a la iniciativa de decreto presentada por la legisladora egresada de la universidad pedagógica nacional en 1988 en aras de tener ciudadanos que aprendan a regular el uso de las tecnologías de la información.

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