El gobernador Rubén Moreira Valdez aprovechó ayer un recorrido por el hospital oncológico de la región Sureste para poner a prueba a funcionarios de primer nivel, involucrados en la construcción de este centro médico.
Moreira Valdez preguntó a la secretaria de Obras Públicas, María Esther Monsiváis, al secretario de Sedesol Rigo Fuentes y otros funcionarios estatales, los faltantes y avances del centro oncológico.
María Esther Monsiváis, como siempre respondió con aplomo y seguridad, Rodrigo se vio también asertivo, no así el resto de los interrogados.
Rubén, escuchó a todos con atención y luego les pidió no dejar obras inconclusas, ni andar con inauguraciones de último momento al término de la administración estatal.
Los funcionarios asintieron y entendieron que el sexenio se debe cerrar como inició, con responsabilidad y resultados.
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-“Y si todo es una farsa”, sugirió uno de los cafetólogos del Pour la France, conocido por sus disparatadas teorías políticas.
-Explicate?, preguntó Manuel.
-Si, Isidro y Carlos no están peleados, fingen que lo están y usan a Esther Quintana para hacer el trabajo sucio y correr a la gente del municipio sin dañar la imagen de Orta, que fue quien los metió a jalar.
– Orale!, tiene sentido., añadí.
– Claro, a Esther le gusta el poder y el dinero y ahora tiene las dos cosas, por eso el alcalde le soporta insultos y desplantes, usa su prepotencia contra los trabajadores corridos y nadie dice nada.
Carlos sigue en contacto con el alcalde y una vez terminado el trabajo sucio, la tía se va por abusiva, explicó el opinólogo.