Como en el juego infantil de serpientes y escaleras, los aspirantes priístas al gobierno estatal suben y bajan de la preferencia ciudadana.
Entre los que bajan esta semana destaca Jericó Abramo Masso, que a pesar de su intenso activismo por la entidad, no logra sumar afectos, e incluso algunos de sus mejores amigos ya le dijeron que si sabe contar, no cuente con ellos.
Le hace falta, Pepe Erives.
Alejandro Gutiérrez, baja también, pues sus amigos y ex simpatizantes aún no olvidan que los dejó colgados en la elección interna contra Humberto Moreira Valdés.
Y la que en definitiva se baja del proceso electoral coahuilteco y cae para arriba es la senadora Hilda Flores Escalera, que sube como la espuma en la tribuna legislativa y cuyo nombre brilla en la política nacional.
Entre los que suben anote al legislador Armando Luna Canales, cuya fuerte presencia en internet comienza a generarle más y más simpatías.
Enrique Martínez Morales, también es de los que suben, aunque aún no a alturas como los tres primeros lugares, pero se ubica en buen lugar en el ánimo comarcano.
Veremos y diremos..
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Leo la columna de Julián Parra y me convenzo de que es uno de los mejores periodistas de México, cuando augura la posibilidad de que Durango sea para el PAN y establece que Oaxaca será irremediablemente para el PRI.
“A la báscula” es de las más certeras columnas políticas de Coahuila y si Julian lo dice, seguro que así será.
Al tiempo.