POR HUGO DÍAZ
Hace unos días en un partido de beisbol presencié uno de esos capítulos que me dejó verdaderamente molesto por tratarse de una persona con discapacidad intelectual y un exconvicto.
En Sabinas y particularmente a los juegos de beisbol acuden frecuentemente dos hermanos de apellido Lucio Pompermayer, ambos presentan dicha discapacidad en un grado que es apreciado a simple vista, pero ambos gozan de la estima de la gente que acude a estos eventos por ser ampliamente conocidos.
Uno de ellos se gana la vida vendiendo golosinas, le apodan “Cacano”, un hombre de cincuenta y tantos años de edad que constantemente es blanco de burlas que en alto o bajo tono solo delatan a las personas que ignoran cualquier gesto de respeto hacia los demás independientemente de su condición intelectual.
En el hecho que menciono, “Cacano” le propina unos golpes a un sujeto que apodan “El Gary” y este último se defiende tratando de esquivarlos –un video en mi poder da cuenta de ello- pero no pudo evitar que al menos dos de esos volados terminaran en su rostro.
Esto tuvo lugar en las tribunas del estadio Sabinas y entre la abarrotada tribuna de la porra local. Después de ese episodio llegaron algunos hermanos de “Cacano” exigiendo que la policía se llevara a “El Gary” pero una parte del público lo evitó.
Acusan los hermanos Lucio Pompermayer que “El Gary” golpeó a “Cacano”, quienes conocemos a ambos sabemos a groso modo lo que pasó y que el exconvicto es inocente de esa acusación, lo conozco porque en alguna ocasión me entregó verbalmente una amenaza y no pasó de eso.
“El Gary” si hubiera querido, de un golpe manda a dormir a su oponente, sin embargo sabe que se expone a un llamado por parte de la autoridad por conducta inapropiada y quien sabe que más pueda suceder en su expediente.
Soy padre de una joven de 18 años que tiene una discapacidad intelectual y este tipo de personas no son violentas generalmente, salvo cuando se sienten invadidas o molestadas en su mundo responden de esa manera, porque carecen de cualquier otra para defenderse.
El pecado del Gary es haber sido partícipe de la serie de burlas y mofas que continuamente se dirigen a “Cacano” y provocan que éste pierda los momentos de tranquilidad que con mucha dificultad consigue para vender sus productos, mofas que tienen que ver con su hermana y la falta de aseo en su persona.
La gente con discapacidad intelectual es fácil sacarla de “quicio”, por ello algunas de ellas son tratadas con medicamento que les ayuda a mantener la tranquilidad ante situaciones de crisis.
En la medida que aprendamos a respetar a las personas discapacitadas y no hacerlas el blanco preferido de nuestras burlas y mofas, ayudaremos a la integración de ellas a nuestra sociedad como cualquier ser humano y quitarles la etiqueta de locos, o inadaptados.