Prevalece la inhumación en servicios funerarios

Tradicionalmente, en la sociedad el destino de una persona fallecida ha sido la inhumación, es decir, el entierro de los restos mortales del difunto después del correspondiente velatorio y funeral, pero existe otra opción que pocos llevan a cabo, algunos porque la desconocen, otros por el costo. La cremación.

Según cifras de la dirección general de una empresa funeraria en la capital del estado, sólo tres de cada 10 personas solicitan el servicio de cremación para sus difuntos.

Al igual que la inhumación tradicional, la cremación con todos los servicios necesarios puede tener un costo que va de los 5 mil y 7 mil pesos, respectivamente, hasta lo que los familiares decidan gastar en el último adiós de su difunto.

Con base en las cifras aportadas por la empresa funeraria, los saltillenses prefieren el entierro tradicional de sus difuntos a la cremación, que poco a poco tendrá que ir en aumento, ante la poca capacidad que tienen panteones de la capital.

Cementerio contra urna

La cremación es una práctica que ha ido de menos a más durante los últimos tres años y a pesar de que Coahuila está muy cerca de la frontera norte, el índice porcentual de incidencia en cuanto a la cremación aún es muy bajo.

“Hasta hace un par de años traíamos un promedio de 10 por ciento de cremación, comparado con el índice de defunciones; ahorita subió a 30 por ciento, lo que quiere decir que se ha triplicado la demanda”, señaló la fuente que pidió anonimato.

El costo de una cremación directa, es decir, sin ningún tipo de ceremonia previa, va desde los 7 mil pesos, añadió.

“En este caso estamos hablando de una cremación directa, hay quien dice lo quiero incinerar, pero antes quiero tener una velación”. Precisó que los ataúdes en renta cuentan con cartuchos especiales para que el cuerpo no toque el sarcófago, pues el féretro se utiliza varias ocasiones.

Comentó que en un servicio de cremación se utiliza generalmente cuando el fallecido externó en vida el deseo de su incineración o cuando la familia lo decide. “Por otro lado, depende también de las circunstancias de la defunción. En ocasiones lo encontraron después de muchos días y es un cuerpo que no puede ser velado por el estado de descomposición en el que se encuentra o por lo dañado del cuerpo”.

Desde que se recibe el cuerpo en la funeraria y la entrega de las cenizas a los deudos, pasan entre tres y cuatro horas.

Por otro lado, la tradicional inhumación que se mantiene como la forma más común de dar el último adiós en la sociedad saltillense, puede costar desde 4 mil 500 pesos. Precisó que el servicio funerario incluye recoger el cuerpo, prepararlo, ponerlo en relación en alguna capilla, llevarlo a una celebración religiosa y el entierro.

La placa

La persona encargada de la gerencia de la División Funerarias del Grupo Empresarial Martínez comentó que luego de algunos hechos sucedidos en Guerrero, donde se vio involucrada una compañía dedicada a la cremación, el grupo adoptó a nivel nacional una política de implementación de una placa testigo, que busca dar certidumbre a las familias de que las cenizas que entregan a los deudos pertenecen al ser querido.

“Esta placa es de un acero de alta resistencia, con un número de serie, que es sometida a temperatura de mil 400 o mil 800 grados en el horno y queda intacta”.

Abundó que se muestra nueva a la familia y se pone junto con el cuerpo en el horno para entregarse posteriormente con la urna o por separado para corroborar que el metal acompañó al ser querido en todo el proceso de velación y cremación.

Agregó que también disponen de una sala especial en las diferentes ciudades en las que hay funerarias del grupo, donde de una manera especial se entrega la urna con las cenizas del familiar fallecido.