Denuncian desinterés del INAH en edificios históricos

Monclova, Coahuila / 11 de Junio de 2019

Por: Guadalupe Pérez

De un promedio de 25 construcciones catalogadas desde hace 30 años como edificios industriales históricos en la región Carbonífera, al menos 15 han sido destruidos, sin que autoridades del INAH tomen cartas en el asunto.

El historiador de esta zona, Ramiro Flores Morales, sostuvo que es una pérdida total de la historia arqueológica industrial y que incluso el INAH desconoce esta situación.

El integrante del Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial así como del Colegio Coahuilenses de Investigaciones Históricas y de la Asociación Estatal de Cronistas e Historiadores de Coahuila, precisó que hace 30 años se creó un catalogo que incluía edificios antiguos del ramo industrial, los cuales se buscaba preservar como parte de la biografía tangente del crecimiento minero-industrial de la región Carbonífera.

Sin embargo desde hace 20 años a la fecha, de los 25 edificios catalogados como inmuebles históricos, han sido destruidos 15 con antigüedad de más de 100 años, debido a obras de supuestos rescates de terrenos, nuevas construcciones, tanto por parte de inversiones privadas como de autoridades para diversos fines, en Sabinas, Agujita, Cloete y Nueva Rosita.

“La delegación del INAH, la verdad nunca ha actuado, yo creo que ni tiene recursos, pues nunca ha venido para acá, nunca ha hecho una petición ni se ha informado de lo que se ha estado haciendo, ni creo que sepan lo que se está haciendo aquí”, preciso, remarcando que el INAH ha mostrado una total apatía al respecto.

Flores Morales indicó que actualmente se cuenta con las instalaciones de la Mina Nº 6, que aun mantiene en pie su alta chimenea, siendo en su tiempo una de las más grandes refinadoras de Zinc y la mina más grande de carbón.

Explicó que el Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial, con apoyo de la ciudadanía, ha logrado salvar: La oficina de pagos de Agujita, hoy Museo del Carbón; La Fundidora de Monterrey; el Puente Colgante de Ojuela, en Durango; el archivo, mina y hospital en Real del Monte Hidalgo, una decena de estaciones de ferrocarril, fábricas de hilados y harineras, por mencionar algunos.

Indicó que para el rescate de tales inmuebles históricos del ramo minero-industrial, se han basado en el ejemplo de países como España, Alemania y Estados Unidos, quienes ven en el salvar de la destrucción este tipo de edificaciones como algo común para convertirlos en verdaderos atractivos turísticos y culturales.

“La arqueología industrial es la disciplina que nos facilita el estudio de la historia de la industria a partir del conjunto de sus restos, siguiendo sus rastros escritos y desde una óptica, abierta a todo lo relacionado con ella. Ello comprende máquinas y procesos productivos, edificios construidos, condiciones de trabajo; centros de capacitaciones, sindicatos y hospitales; todo ello se debe preservar como elementos del patrimonio colectivo, y evitar que se pierda”, untualizó.