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Lonches de “El Pesebre”, un “añadido” en la historia del estadio Jalisco

DEPORTES

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28 de Enero 2020

Por David Torres González / Enviado

Guadalajara, — Ene (Notimex).- De los 60 años de historia que está a punto de cumplir el estadio Jalisco, durante 44 ha tenido un “añadido” que con el paso del tiempo se ha convertido en una visita obligada para los aficionados que quieran degustar un buen agasajo culinario: los lonches “El Pesebre”.

La necesidad obligó al señor Gabriel Montes de Oca Silva a comenzar el negocio en un pequeño espacio, lo que en la actualidad ocupa la caja del local, y ahí, en ese pequeño espacio, empezó su historia de éxito.

“Fue por la necesidad, estábamos en una crisis económica muy fuerte, alguien me ofreció el localito, según esto funcionando, lo tomé y empezamos a ser un añadido del estadio”, recuerda con cierta nostalgia don Gabriel en entrevista con Notimex.

Nacido en Ciudad Victoria, Tamaulipas, y luego de vivir algún tiempo en el Estado de México, llegó a Guadalajara pasados los 30 años y ahí emprendió la aventura de los lonches. Una foto con su esposa y dos de sus tres hijas es ese local, la cual atestigua esa parte de la historia, es oro puro para él.

“Yo y mi esposa hacíamos todo: trapear, lavar trastes, preparar los lonches, cobrar, etc. Luego fuimos contratando muchachos de escuela y todo fue creciendo sin darnos cuenta”, recuerda el entrevistado, quien dejó en claro que la publicidad de boca en boca y el utilizar materia prima de primera calidad, fue lo mejor para el crecimiento de su negocio.

Ahora, con algunas concesiones y sucursales, lo que muestra el éxito del negocio, recuerda innumerables situaciones vividas alrededor del estadio, su crecimiento y el arduo trabajo para satisfacer a cientos o miles de paladares cada día o cada que hay juego en el Jalisco.

“Empezamos en un local pequeño y después hicimos una pequeña ampliación, esto era un estacionamiento. Vendíamos cerveza, y aquí se hicieron famosas “las ubres” (cerveza en bolsa de plástico), ya que no se podía introducir objetos de vidrio al estadio, vendíamos cantidades industriales de cerveza, pero en el Mundial de 1986 nos prohibieron”, recuerda.

Bautiza el negocio

En algún momento coincidieron cuatro equipos como locales en el Jalisco: Chivas de Guadalajara, Zorros del Atlas, Gallos de Jalisco y Leones Negros de la UdeG, y por el apodo de las escuadras Don Gabriel decidió llamar “El Pesebre” a su negocio, al ser un sitio para que comieran “los animales” del futbol mexicano.

Años después llegaron Pumas (UNAM), Águilas (América), Gallos Blancos (Querétaro) y otros para dar vida y llenar el negocio en cada jornada de juego, pues los jugadores, tras finalizar el juego, salían a disfrutar de los lonches, incluso acompañados por sus llamadas seguidores, lo que le significaba trabajo extra para él y sus empleados, pero que lo hacían con gusto por el tipo de comensales a los que atendían.

Don Gabriel recuerda con agrado las “fiestas de pueblo” que provocaban los equipos tapatíos cada vez que jugaban en el Jalisco.

“Había un tianguis aquí afuera, y se ofrecían múltiples alimentos (birria, tortas ahogadas, tacos de lo que fuera, productos de mejor calidad), pero “El Pesebre”, siempre estaba lleno”, recuerda.

Futbolistas son clientes asiduos

Por su historia a las afueras del inmueble de la Calzada Independencia, incontables personajes relacionados al mundo del futbol han probado sus famosos lonches.

“Los jugadores del Santos piden lonches para el camino de regreso a Torreón; los del América conocen el producto y se llevan para el camino de vuelta a casa. Daniel “El Travieso” Guzmán venía muy seguido; Fernando Quirarte es cliente asiduo, el árbitro Bonifacio (Núñez) tiene el récord de comerse cinco lonches”, recuerda entre risas Don Gabriel.

El estadio Jalisco se alista para celebrar su 60 aniversario a puerta cerrada, debido al veto de un partido al Atlas por el grito homofóbico, “bonito festejo que le agradecemos a las dichosas barras”, dice Gabriel Montes de Oca, mientras posa en la fachada de su negocio, que se encuentra a un costado del inmueble.

“Tengo más de 20 años de no ir al estadio a ver un juego, pero puedes estar seguro que estoy super agradecido por todo lo que he logrado gracias a ser un “añadido” del dos veces mundialista Estadio Jalisco”, finaliza orgulloso don Gabriel..

-Fin de nota-

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