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Banquetas del Centro Historico de Saltillo, trampa para discapacitados

Foto: Mario González

Foto: Mario González

11 de Abril 2018

Saltillo, Coahuila / 11 Abril 2018

Por: Sonia Pérez 

Fotos: Mario González 

“Las llantas de la patineta  se atoran”, dice un hombre con discapacidad que a diario viaja por el Centro de Saltillo, montado en este juguete como medio de transporte.

Y es que, el recorrido para personas que sufren alguna discapacidad se convierte en toda una odisea cuando transitan por las calles del Centro Histórico por necesidad.

Pese a su discapacidad, se da cuenta de lo que implica el mal estado de las banquetas y la carencia de infraestructura acorde a sus necesidades, que no le permiten desplazarse con facilidad.

La falta de rampas para subir en sillas de ruedas, los desniveles de las cocheras de las viviendas de este sector, alcantarillas abiertas o rotas  y los pozos provocados por el desgaste del concreto de las banquetas son trampas y obstáculos que no permiten la circulación libre y segura para nadie. 

De acuerdo con el Análisis de Movilidad Urbana del Centro Histórico de Saltillo del Instituto Municipal de Planeación, el primer cuadro de la ciudad lo compone el sector delimitado entre las calles Emilio Carranza, Abasolo, Presidente Cárdenas y Ramos Arizpe, un área de 1.5 kilómetros en el que habitan 10 mil 738 habitantes.

El estudio considera una red peatonal compuesta por 82 kilómetros lineales de banquetas en el 100% de las vialidades del primer cuadro y del polígono de servicio, así como andadores peatonales de los espacios públicos, calles y callejones peatonales o de acceso restringido a vehículos.

El estudio señala que la movilidad peatonal se ve amenazada por el tráfico motorizado y las dimensiones reducidas de la gran mayoría de las banquetas, así como los obstáculos e impedimentos físicos temporales o físicos en las vías peatonales.

Dentro de este primer cuadro de la ciudad se encuentra los espacios públicos con mayor relevancia para la Zona Metropolitana de Saltillo, como la Alameda Zaragoza, la Plaza de Armas, La Plaza Nueva Tlaxcala, Plaza Manuel Acuña, Zona peatonal del Centro Histórico, Plaza San Francisco o Plaza Ateneo..

Es cierto que dos de las principales vías: la calle Allende y la Calle Victoria dentro de este perímetros ya fueron habilitadas con rampas, accesos para personas con discapacidad, semáforos para débiles visuales e incluso señalamientos de las calles en escritura Brille, pero se trata sólo de un intento.

Ninguna otra arteria está preparada para que una silla de ruedas transite con seguridad a esa área de gran actividad económica, porque simplemente no se puede.

Agustín Rosas, tuvo que desistir de llegar al consultorio de un oftalmólogo para su esposa María Teresa Martínez solo porque no encontró una rampa de acceso en la banqueta sobre la calle de Bravo entre Castelar y Aldama.

“No queremos que nos pongan las cosas fáciles, porque a eso venimos… a batallar; pero si hay personas encargadas de eso, lo normal sería estar en condiciones para poderlas usar, las personas que necesitan como ella.

“Hay muchas personas que se privan de la libertad de poder salir a esparcirse o a recrearse para tomar aire y no estar confinados, encerrados en la silla de ruedas que es lo más lamentable a veces”, dijo con desaliento.

Desde una clínica de consultorios que se ubica en Allende, Rosas trasladó a su esposa en su silla de ruedas, en esa arteria no encontró obstáculos hasta que llegó a Aldama e Hidalgo donde encontró uno de los más grandes problemas que, si bien no lo detuvieron sí representó un problema; pues al tratar de subir la silla el concreto no le permitió subir.

Ya en la calle Bravo, al buscar el consultorio recorrió en dos ocasiones de norte a sur y de sur a norte, la cuadra donde se ubica el consultorio sin encontrar la manera de subir la silla, a  esto se sumaron otros dos escalones muy altos del acceso al consultorio.

Buscaba un diagnóstico especializado y la graduación de los lentes de su esposa, pero ante banquetas que no consideran adaptaciones especializadas, optó por desistir.

“Venimos desde allá en la silla y en la entrada del doctor tienen dos escalones muy altos, no pude entrar y decidí mejor esperar el carro que viene por mí”, dijo “agradecería que pusieran más atención y que ayudaran a personas especiales que están en sillas de ruedas”.

Sobre este tema, Virgilio Verduzco, Director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Municipio, asegura que en la actualidad se trabaja en algunas zonas del Centro de Saltillo con el programa “Saltillo Bello” al que se aplicarán 4 millones de pesos.

“La instrucción que tenemos es la de empezar a revisar algunas banquetas para poder dar la  rehabilitación en su caso y dar el acceso a personas con capacidades diferentes”, asegura.

Sin embargo, hasta el momento se encuentra en estudio y será dentro de algunos días cuando se tenga ya la información para ir mejorando en algunos puntos.

Con este programa, asegura el funcionario municipal, se trabajará en las calles principales del Centro Histórico, entre las que se consideran las calles  Aldama, Allende y algunas partes de Xicoténcatl aunque aún se trabaja en la revisión de las arterias que serán beneficiadas.

“Como el Centro Histórico es muy extenso y algunos de los recursos son limitados, estamos  valorando cuales son los puntos estratégicos para iniciar”, asegura Verduzco.

Considera que este es un  trabajo en conjunto con la ciudadanía porque las banquetas las instalan los dueños de los locales comerciales y que se pretende que entre el Ayuntamiento de Saltillo en conjunto con los ciudadanos que habitan el sector, pueda resolver este tipo de problemas.

“Tenemos que trabajar con algunos dueños de los locales para ir mejorando algunas banquetas y que estén libres siempre para ello (personas con discapacidad)”, apuntó.

Mientras tanto, María Teresa Martínez, desde su silla de ruedas señala que ella debe permanecer encerrada y tratar de hacer lo que puede en su casa porque al no poder salir por la falta de acondicionamientos para transitar.

 

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