Uno se pasó de ambicioso y el otro se pasó de ingenuo. Intentaron burlarse del PRD y el PAN nacionales y pagaron el precio.
Hablo del todavía presidente del PAN, Bernardo González y de César Marcos Wong, ahora defenestrado ex líder del PRD a quien el azul prometió –¡válgame Dios!– regalarle la alcaldía de San Pedro si sumaba su partido a una “gran alianza opositora” encabezada por Memo Anaya.
Lo que pasó después debería avergonzar a ambos partidos. Los panistas ya mandaban en el PRD y a Marcos Wong poco le importó defender la dignidad y el nombre de su partido. La alcaldía de su pueblo bien valía hincarse a grado tal que hasta abogados le pusieron para apelar y mantenerse en el puesto. Nada lograron. El INE ya registró al nuevo comité directivo en Coahuila. Su nueva presidenta es Blanca Medina. El complot abortó.
Y abortó también la “gran alianza opositora”: Lenin Pérez de la UDC ya dijo que “va por la libre”; Armando Guadiana busca abanderar Morena; Isidro y Gerardo más que sumar, restan. Memo Anaya y Bernardo González se quedaron solos antes de que sonara el disparo de arranque.
Valiendo madre y llamando a El Santo.