En la mayoría de los casos, gran parte de la responsabilidad por los problemas y las malas acciones de los jóvenes recae en los padres, por la falta de comunicación y vigilancia de los hábitos y costumbres de los hijos, señaló el secretario de la Juventud, Carlos García Vega.
El funcionario agregó que la lejanía afectiva entre padres e hijos provoca que éstos emprendan acciones de manera personal o a través de las redes sociales que en ocasiones derivan en situaciones trágicas como agresiones a compañeros de escuela, contra la familia o contra sí mismos.
García Vega insistió en la importancia de mantener una comunicación estrecha y permanente con los hijos, sobre todo en la etapa más difícil, que es la adolescencia.
“Generalmente la mayor atención se les da cuando son pequeños, pero al llegar a la adolescencia la comunicación disminuye y la vigilancia se relaja, lo que da lugar a que el joven asuma muchas veces actitudes equivocadas que lo afectan a él y a los que lo rodean”, explicó.
Dijo que los padres deben blindando a sus hijos contra acciones y riesgos a los que están expuestos por las malas influencias de las redes sociales y de otros medios de comunicación.