BUENOS AIRES (AP) — Alberto Fernández, precandidato a presidente de Argentina y compañero de la exmandataria Cristina Fernández en la fórmula electoral, afirmó el jueves que se siente bien y dispuesto a trabajar al abandonar la clínica donde estuvo internado por una inflamación de la pleura.
“La verdad que estoy muy bien, me voy a trabajar, tengo mil cosas que hacer”, dijo Fernández a los periodistas que lo esperaban afuera del sanatorio Otamendi de esta capital.
El precandidato de la opositora Unión Ciudadana, de 60 años, fue internado el lunes en esa clínica por estar aquejado de una fuerte tos seca y una inflamación pleural.
Fernández afirmó que conversó recientemente por teléfono con la exmandataria argentina (2007-2015) sobre la situación política y no sobre su salud y que se reuniría con ella en breve.
El político de extracción peronista debe competir junto a su compañera -que aspira a la vicepresidencia- en las primarias abiertas y obligatorias de agosto para ser elegidos candidatos a la presidencia para las elecciones de octubre, en las que el conservador Mauricio Macri pretende ser reelegido.
El exjefe de gabinete de Fernández también dijo a la prensa que los médicos le recomendaron que tenga los hábitos de salud habituales y en ese sentido recordó que en 2008 tuvo un coágulo en el pulmón y desde entonces le indicaron que debía tomar anticoagulantes.
Fernández negó la víspera versiones periodísticas que señalaron que había sufrido una tromboembolia pulmonar y al respecto apuntó que de haber sido así habría estado internado en terapia intensiva.
El sanatorio, por su parte, indicó que la inflamación pleural detectada “podría corresponder a una obstrucción arterial” y que el paciente presentaba un “buen estado general, con adecuado control del dolor” en un comunicado.