Trizas y trazos

Buscamos la armonía

Por Antonio Zamora

Para quienes tienen dudas sobre si se debe apoyar a Xóchitl Gálvez, un amigo sacerdote nos envió una reflexión que inicia de la siguiente manera, dos puntos y aparte:

Para quienes profesamos el cristianismo son temas, muy importantes tan es así que el envío no tiene una coma de desperdicio…

“Para los que se creen super católicos (o francamente de extrema derecha) y empezar a sufrir inquietud (y extenderla) acerca de lo que piensa o pudiera pensar Xóchitl Gálvez Ruiz…

Oséase acerca de este o del otro tema “creo que es bueno ayudarlos a pensar un poco sobre algunas cuestiones de sentido común” …

Con todo respeto, agrega, otros dos puntos y aparte:

“Los líderes políticos son elegidos para resolver los problemas de todos ciudadanos, dando prioridad a los más vulnerables, en las cuestiones que están a su alcance en un sexenio en las áreas de seguridad, justicia, educación…”

Así como en economía y buscando balancear la igualdad de oportunidades para todos: y otros temas que se refieren al respeto y la equidad hacia todas y todos los ciudadanos de cualquier edad, sexo, color, nivel social, religión o ideología…

Cierto es un tema muy sensible siempre, pero sobre todo en un ambiente postmoderno tal plural y desgraciadamente ahora tan artificiosamente dividido…

Un líder político o un gobernante no se elige para ejercer como un educador moral ni religioso, ni para ilustrar a su pueblo acerca de sus filosofías sobre la vida…

Los temas de moral y religión los han de tratar los padres de familia y desde las comunidades religiosas, formando líderes laicos que sean fermento en la sociedad y conozcan y sepan promover los valores humanos, culturales y cristianos, que nos hagan crecer como sociedad…

Esto es a través del encuentro, la aceptación de las diferencias, el compartir la verdad con amabilidad, confianza y capacidad pedagógica y siempre abiertos al diálogo, diálogo, diálogo…

No hay líderes perfectos ni para todas las dimensiones de la vida cultural y social, ni la vida moral, ni espiritual, ni en la vida política (donde se eligen), ni en la eclesial donde se designan” …

No querríamos un obispo político, ni de gobernador de un estado (eso ya demostró ser un desastre en el pasado)…

Ni esperamos que un gobernador meta mano en las cuestiones eclesiales ni de educación moral y la defensa de la vida, que han de sembrar y fomentar los padres de familia desde casa…

Buscamos la armonía respetando los diferentes de visión y acción…

A un político no se le puede pedir que piense como solo piensa una sección de su pueblo…

Empero a un pastor religioso, obispo, párroco, o a un filósofo, sí se le puede pedir que atienda y dialogue en fraternidad con amor, verdad, justicia y comprensión con todos los ciudadanos, propios y extranjeros y de cualquier ideología y manera d vivir…

Ya pasó el tiempo de las ideologías de derecha o de izquierda que solo han producido violencia, guerras y retrocesos culturales y sociales, ahora los valores son la verdad en la caridad, la armonía entre la fe y la razón del Evangelio en un mundo plural…

No me preocupa lo que piensa Xóchitl sobre los temas morales porque en eso no la seguiría, pues no lo considero de su competencia…

Pero sí me interesa mucho si conoce la realidad de México, si le interesa gobernar para el bien de todos…

Si va a dar prioridad a los más vulnerables, si es sincera, honesta y preparada para resolver los asuntos que si le tocan a un político y a un gobernante…

Para los demás asuntos me atenderé a la guía y enseñanzas que nos sigue ofreciendo el Santo Evangelio, el Santo Padre y nuestro Administrador Apostólico…

Es un tema muy amplio y con muchos matices, para mejor hablarlo face to face (cara a cara)…

Y así termina el presbítero Cachanilla 100 por ciento…

Nos leemos mañana…