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Rosemary Ruether (1936-2022), teóloga feminista

Rubén Aguilar. Foto: Especial

Rubén Aguilar. Foto: Especial

07 de Junio 2022

Rubén Aguilar Valenzuela

 

La pionera de la teología feminista, la estadounidense Rosemary Bradford Ruether, murió el pasado 21 de mayo. Tenía 85 años. Por 50 años enseñó en universidades y escribió más de 40 libros. Fue una activista social.5050

 

De madre católica y padre episcopal. Cuando tenía 12 años murió su padre. En California estudió en escuelas católicas atendidas por la congregación de las Hermanas de la Providencia, que le ofrecieron una sólida formación.

 

En 1954 ingresó a la Universidad de Scripps College donde quería estudiar arte, pero ahí un profesor la convence de hacerlo en filosofía (1958). Su maestría la hizo en historia antigua (1960) y su doctorado, en la Escuela de Teología de Claremont, en los clásicos y la patrística (1965). Su tesis fue sobre San Gregorio Nacianceno.

 

A lo largo de toda su vida supo combinar el trabajo como académica y escritora con el del activismo social en temas de los derechos de la mujer, los derechos de las minorías y la ecología. En 2000 recibió el Doctorado Honoris Causa, por la Facultad Teológica de la Universidad de Uppsala, Suecia, y en 2012, en Whittier College, el título honorario de Doctora en Humanidades. Estuvo casada con el politólogo Herman Ruether.

 

El teólogo español Juan José Tamayo considera que dentro de los más de 40 títulos publicados por Ruether los más importantes son: Sexismo y hablar de Dios. Hacia una teología feministaGaia y Dios. Una teología ecofeminista para la recuperación de la TierraNueva Mujer, Nueva Tierra. Ideologías sexistas y liberación humanaMujeres sanando la Tierra: Mujeres del Tercer Mundo sobre Ecología, Feminismo y Religión (El País, 28.05.22) .

Tamayo considera que dentro de sus principales aportaciones al campo de la teología, que ha inspirado el trabajo de otras muchas teólogas, están:

 

Crítica del discurso patriarcal sobre Dios. La teóloga afirma que el cristianismo nunca ha dicho que Dios sea literalmente masculino, sin embargo, presupone que Dios posee las cualidades de la racionalidad y soberanía, que se supone poseen solo los hombres. Esta metáfora masculina, considerada la más adecuada para definir a Dios, implica excluir a las mujeres de la imagen divina.

 

Liberar a la cristología del patriarcado. La cristología, dentro de la teología cristiana, ha excluido a las mujeres de la total participación en la Iglesia. Sin embargo, las cuatro tradiciones evangélicas concuerdan en que quienes cerraban la escala social de la época, entre ellas las mujeres, son las que van a permanecer siempre fieles en el seguimiento de Jesús, serán las primeras en la entrada en el Reino, en testificar la resurrección del Maestro y en anunciarla a los demás.

 

Teología ecofeminista. La teóloga muestra que Gaia, la diosa griega de la Tierra, símbolo del planeta concebido como un ser vivo, no es antagónica de la deidad monoteísta de las tradiciones bíblicas. Todo lo contrario. Son convergentes. Es necesario escuchar las dos voces: la de Dios para proteger a las personas y los colectivos más vulnerables: clases sociales explotadas y naciones oprimidas, y limitar el poder de los fuertes, y la de Gaia, que habla desde el corazón íntimo de la materia y no se traduce en leyes o en puro conocimiento intelectual, sino en el cuidado de la Tierra.

 

La doctora Mary Hunt, amiga de  la teóloga, dice de ella: “Fue una activista académica por excelencia. Era respetada y querida por estudiantes, colegas y colaboradores de todo el mundo. Su legado, tanto intelectual como personal, es más rico de lo imaginable. El alcance y la profundidad de su trabajo y el testimonio de su vida como feminista comprometida que busca la justicia, brillarán para siempre con un brillo que el tiempo solo mejorará”.

 

Rosemary Bradford Ruether, a pesar de tensiones y dificultades, siempre permaneció en comunión con la Iglesia Católica. Su obra está traducida al español.

 

Twitter: @RubenAguilar