Paralaje

Mineros ignorados

Por Hugo Díaz Aguilera

A raíz del accidente en el pozo minero que explotaba de manera ilegal la empresa FUGA,  se han escuchado algunas voces en la que queda de manifiesto la poca importancia que tiene para el gobierno federal y los propios empresarios del ramo, las condiciones en las que se extrae el carbón de los desarrollos mineros de tiro vertical en esta región del estado.

Hay quienes dicen que Orlando García Macías, propietario de la empresa puede argumentar en su favor que se encontraba corrigiendo las observaciones que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social le hizo hace poco menos de un año, el punto es que de acuerdo con el comunicado de la propia dependencia, de ello no estaban enterados.

El abogado defensor de una de las viudas ha denunciado públicamente que su cliente está recibiendo amenazas vía mensajes de texto por personas de la delincuencia quienes se identifican como propietarios del pozo de carbón siniestrado, en los cuales le proponen se desista de las denuncias y reclamos por la muerte de su esposo, si no es que quiere sufrir las consecuencias.

En este tenor tendríamos que ver dos vertientes, según las declaraciones de algunos políticos la violencia en algún tiempo operó este tipo de desarrollos mineros, pocitos, por lo que piensan que una vez que se diga sobre esta presunta liga, nadie se metería con estos desarrollos. Aquí se tendría que poner lupa en dos escenarios:

El primero, y más favorable para la viuda, que se trate de una mentira por parte de Orlando García o alguno de sus allegados para minimizar la situación. Compró un chip de alguna lada foránea y desde allá mando mensajes a diestra y siniestra a ver si pega el chicle, como suele hacerse en las extorsiones que se fraguan desde algunos penales para sacar dinero de manera fácil.

El otro escenario se antoja más delicado para García Macías, pues de ser verdad, estaríamos hablando de una confabulación del distinguido empresario sabinense vinculado con este tipo de personas, lo que le complicaría más las cosas en su vida social y la de su familia.

Sea de una forma o de otra, a todas luces las autoridades federales están frente a un delito, que  por haber hecho caso omiso de la restricción elaborada por la Secretaría del ramo y permitir que se trabajara en el pozo minero provocando la muerte de los mineros, hoy el socio mayoritario de la empresa en cuestión enfrenta.

Si la Federación desea convencer a la Región Carbonífera que tiene ganas de trabajar para frenar la imparable ola de muertes de mineros en la industria, y desistir de pensar que con obras faraónicas y mausoleos, se detiene el río de sangre que mancha el recurso más importante de la zona para la generación de energía eléctrica, esta es la gran oportunidad.

¿De qué le sirve a las viudas, a los huérfanos, a las madres que se quedan sin hijos ver estampado el nombre de su esposo, padre, hijo en una placa que con el paso del tiempo y las inclemencias del clima quedará en una carcomida placa?