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Nuevamente la tragedia

Foto: Especial

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12 de Agosto 2022

LUIS GUILLERMO HERNÁNDEZ ARANDA

Desde la tragedia de Pasta de Conchos (2006), cuando murieron 65 mineros, nada ha cambiado en el país y prevalece la corrupción en la inspección laboral. Los accidentes en los llamados pocitos se siguen registrando ante la indolencia del gobierno federal.

Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y hoy Andrés Manuel López Obrador, ninguno de los cuatro últimos presidentes ha querido poner un alto a las irregularidades que se comenten en la extracción de carbón en Coahuila.

En un tema federal los presidentes voltean sus ojos ante la realidad que se vive en la zona carbonífera, tampoco sus secretarios del Trabajo se acuerdan de realizar inspecciones. Sólo se acuerdan de ella cuando ocurre una tragedia como la que actualmente se vive en Sabinas, Coahuila, donde 10 mineros permanecen atrapados desde hace una semana.

La organización Familia Pasta de Conchos denunció que la Compañía Minera El Pinabete SA de CV, (quien explotaba el pocito donde ocurrió el accidente) recién había firmado un contrato por más de 41.29 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad para abastecerle de carbón.

Asimismo, detalló que un año antes, la misma compañía recibió una adjudicación directa por 33.6 millones de pesos.

En junio de 2021 en Múzquiz también ocurrió un derrumbe, logrando ser rescatados siete mineros. En esa ocasión el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se iba a investigar las condiciones de seguridad de la mina y se iba a castigar a los culpables. Un año después no ha pasado nada. Salvó que nuevamente el presidente prometió una investigación para castigar a los culpables de que la mina en Sabinas no tuviera las mínimas medidas de seguridad.

En 2018 durante su campaña para la presidencia de la República hizo compromisos con las familias de Pasta de Conchos, con los colectivos en pro de los derechos humanos. Hoy desde Palacio Nacional nada se ha concretado, nada ha cambiado.

De ahí que se entienda el reclamo de varias señoras al presidente durante su visita a Sabinas. Donde lo acusaron de irse a tomar la foto para lucrar con la tragedia.

Hasta el momento de escribir estas líneas los mineros permanecían atrapados, con cada día que pasa las esperanzas de encontrarlos son menos. Pero más allá del desenlace de esta historia urge que la Secretaría de Trabajo revise las condiciones de trabajo de estas minas, que el presidente honre su palabra y en realidad se investigue y vigile las minas de Coahuila para que ya no ocurran más tragedias. La historia se repite una y otra vez con los discursos de siempre y una herida que nunca cierra.