Embarazo y violación

Por Rosa María Salazar

El embarazo en adolescentes es otra de las epidemias en nuestro entorno. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el estado de Coahuila en los últimos diez años ha ocupado los primeros tres lugares con esta problemática.

El embarazo en las adolescentes, vulnera principalmente sus derechos sexuales y reproductivos, a la salud, a la educación, pero lo más grave es que el riesgo de morir es hasta tres veces más que en mujeres mayores de veinte años de edad. Sabemos de algunas adolescentes que se embarazan y lo advierten hasta  el momento del trabajo de parto, incrementando el riesgo a morir.

Los factores de riesgo mas sobresalientes para el embarazo en adolescentes es la información deficiente en el uso de métodos anticonceptivos, el rol tradicional asignado a las mujeres, la hipersexualización en la infancia, las carencias afectivas en el núcleo familiar, los antecedentes de abuso sexual o violación.

Según el Informe de Matatena A C. , en el  2021 hubo 221 nacimientos de niñas entre once y catorce años. La principal edad fue los catorce años con 178 nacimientos.  Resulta paradójico que no haya avisos al ministerio público de estas situaciones si el Código Penal de Coahuila en el artículo 386 señala que “se impondrá prisión de nueve a dieciséis años a quien tenga relaciones sexuales con persona menor de quince años”.

Para detener este problema es necesario que los hospitales den aviso a la Fiscalía del Estado cuando llega una adolescente embarazada, asegurar que los y las adolescentes tengan servicios e información sobre la salud sexual y reproductiva, acciones encaminadas a fortalecer su desarrollo pleno, mejorar la comunicación y afecto en la familia.

Reconozcamos que  el embarazo en una adolescente es una violación.