Julián Parra Ibarra
Aunque la mayoría de los medios nacionales reportaron que la asamblea morenista del pasado domingo en La Laguna se realizó en Torreón, no, no fue en este municipio, sino en Francisco I. Madero, el único que le quedó al partido del presidente en territorio lagunero luego de las elecciones del año pasado, en que el PRI ganó en 25 de los 38 municipios, entre ellos, justamente Torreón, y la capital, Saltillo.
Luego de la pasarela que realizaron las ‘corcholatas’ del Presidente en Toluca, en el Estado de México, uno supondría que la que se realizaría en Coahuila, la llevarían a cabo en Saltillo o en Torreón, es decir, en la capital del estado donde un día antes el priismo reunió a más de 35 mil personas en el Parque Las Maravillas; o bien la tierra de la que hasta ahora se ve como la ‘corcholatita’ preferida de ya saben quién para la gubernatura de la entidad, Ricardo Mejía Berdeja.
Pero no, vaya usted a saber por qué, pero se optó por ir a un municipio pequeño, quizá porque es el único en La Laguna donde gobierna Morena, y en términos generales no les fue muy bien que digamos. Sí sirvió para que el secretario de Gobernación se diera vuelo tapizando de bardas y espectaculares el trayecto de Torreón a San Pedro; Claudia Sheinbaum unas cuantas y casi nada el ausente Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.
Construido mayoritariamente por ex integrantes de las famosas tribus perredistas –y adicionado con el ‘cascajo’ panista y priista-, en el ADN de morena hay un gen caníbal, que lleva a sus integrantes a comerse entre ellos mismos, y ese se asomó en los discursos en los que todo mundo lanzó indirectas a todo mundo, de aspirantes a dirigentes partidistas ida y vuelta, pero nadie salió ileso.
Y de la unidad invocada por la mayoría de los oradores, ni qué hablar, todos la invocan, pero nadie está dispuesto a sacrificar un céntimo en aras de lograrla. Aunque sepan que sin ella no tienen la menor posibilidad de ganar, y menos en una tierra como Coahuila, y todavía encima llevaron como invitada a la mejor muestra de cómo perder elecciones, Marina Vitela Rodríguez, su ex candidata a gobernadora de Durango, quien personaliza la imposición, la falta de unidad, el divisionismo, la soberbia y varios pecadillos más que, así como en el vecino estado, llevarán a Morena al despeñadero.
Pero allá ellos, en su salud lo hallaran.
@JulianParraIba