El cambio no llegó para quedarse en Coahuila, pues al margen de comparaciones, ni Gerardo García, en Monclova, ni Isidro López Villarreal, en Saltillo, lograron superar a sus antecesores.
El ex edil saltillense Jericó Abramo Masso, fue un incansable funcionario público, que iniciaba su horario de trabajo a las cinco o seis de la mañana y terminaba casi a diario ya entrada la noche.
Isidro López, a las ocho de la mañana, apenas se descobija, a eso del medio día toma siesta, más tarde juega un rato golf y ya por la noche se distrae con unas copas.
En Monclova, Melchor Sánchez, con su rocambolesca personalidad, logró dar buenos resultados, a pesar de entrar como sustituto de un gran edil como Armando Castro.
Gerardo no hay día que en redes sociales no entre en dimes y diretes con algún ciudadano y luego se desquite con su archirival César Flores, clausurándole espectaculares.
Puede que tenga más obra que Isidro, pero es natural, simplemente porque sabe administrar mejor.
Al menos en Coahuila y Nuevo León, el cambio resultó morralla.
***
Para muchos priístas, el reciente informe de actividades del legislador federal Armando Luna Canales, tuvo visos de destape.
La clase política se presentó con toda formalidad y el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme estuvo presente y recibió cientos de muestras de aprecio y solidaridad.
Luna Canales es un hombre generoso y como tal se comportó con el gobernador Rubén Moreira Valdez, con el que dijo seguirá trabajando por Coahuila.
Por cierto, a lo mejor le sienta bien el clima de México, pero Armando se ve más robusto y repuesto.
Subaaan la canasta…