Fuera máscaras en el TEPJF
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Al interior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), continúa una asonada generada por el madistrado Reyes Rodríguez Mondragón. Su salida de la presidencia del tribunal electoral está orientada a carencia de imparcialidad, aunque irónicamente apenas en diciembre pasado publicó sobre la importancia de mantener este pilar para garantizar la ausencia de favoritismos.
Aunque al dejar el encargo, Rodríguez Mondragón no se pronunció respecto a sus proximidades políticas, las máscaras caen poco a poco al observar los votos y expedientes que sube a análisis de la Sala Superior.
En plena efervescencia electoral, el magistrado se encargó de llevar al órgano impartidor de justicia la propuesta para revocar la negativa que el INE dio a Xóchitl Gálvez, la abanderada de la oposición, para revisar el contenido del libro “¡Gracias!”, escrito por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Finalmente, el tribunal optó por lo que todo mundo anticipaba, ya que si se daba luz verde a que el instituto presidido por Guadalupe Taddei actuará contra el escrito, se incurriría en censura, por lo que las intenciones de la candidata del PAN-PRI-PRD recibieron un contundente: no.
Pero esa no es la única jugada en que Rodríguez Mondragón ha quedado al desnudo por sus inclinaciones a favor de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, paquete en que se incluye a la magistrada Janine M. Otálora, quien también buscaba actuar contra el libro del tabasqueño, por lo que ambos parecen avanzar en bloque en pro de los partidos que comandan Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alejandro Moreno, pues respaldaron el proyecto para que una panista fuera aceptada como candidata a una diputación proporcional, mediante la acción afirmativa otorgada a las personas con capacidades diferentes, y es que el grueso de los integrantes del TEPJF votaron por no aprobarla al cuestionar si sus condiciones aplican o no a este principio.
Los lazos con el PRD también relucen por el lado del magistrado, ya que fue el único en votar para sancionar la grabación de un promocional morenista en la Biblioteca Vasconcelos, aun cuando el resto de los magistrados no encontró anomalías en la sesión pública del 3 de abril pasado.
Mientras que los nexos con Acción Nacional también incluyen al polémico Felipe Calderón, pues Reyes Rodríguez fue coordinador de asesores de la Secretaría Particular de la Presidencia y como director general adjunto de la Subsecretaría de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, lo que le valió que el exmandatario lo defendiera cuando estaba en riesgo su posición como presidente de la Sala Superior.
Para esta fuerza política Reyes Rodríguez figura como un aliado también por vía de Roberto Gil Zuarth, el exsenador albiazul con el que reconoció la estrecha amistad hace solo unos meses, con quien ha compartido diversas relaciones laborales, quien lo habría impulsado a la sala Regional de Nuevo León, y quien además lo enlaza a Germán Martínez, el secretario de Función Pública y exdirigente del PAN en tiempos de Calderón Hinojosa.
Esto es un claro ejemplo de que tener jueces y magistrados electos por voto popular traerá más casos de funcionarios apegados a las dirigencias de los partidos políticos y alejados de la ciudadanía y de militantes que buscan justicia.