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Trastornos mentales: la otra pandemia; aumentaron 30%

La especialista señaló que hay jóvenes de 15 a 17 años con depresión y que no saben que padecen este trastorno.

La especialista señaló que hay jóvenes de 15 a 17 años con depresión y que no saben que padecen este trastorno.

06 de Septiembre 2021

VÍCTOR BARRÓN

Para la tanatóloga y suicidóloga Marisol Selene Zapata de Santiago, la llegada del Covid-19 desató otra pandemia que avanza silenciosamente como es la de los trastornos mentales como la ansiedad, la depresión y otros. 

“Hay estudios, investigaciones, que muestran que de cada 10 suicidios, 9 están asociados a algún trastorno mental”, dijo. 

“Y este tema no es un tema del cual se hable mucho porque es un tema tabú, los trastornos mentales son un tema tabú como lo es el suicidio”, detalló. 

Zapata de Santiago estimó que durante los meses de contingencia sanitaria, la incidencia de estos trastornos aumentó entre 20 y 30 por ciento. 

“Los trastornos mentales tienden a manifestarse en la adolescencia, actualmente tenemos jóvenes deprimidos de 15, 16, 17 años y lo más lamentable es que muchos de esos jóvenes no saben que padecen ese trastorno mental y no son tratados”, agregó. 

A raíz de lo anterior, los adolescentes viven con el trastorno sin saberlo, debido al desconocimiento sobre los síntomas que en el caso de la ansiedad, pueden ser el miedo exacerbado, angustia, temblor de manos, respiración acelerada y transpiración. 

Y junto a ésta y a la depresión, existen otros como el trastorno bipolar o el Trastorno Límite de Personalidad (TLP), que no siempre son notorios a simple vista en el paciente, a diferencia de las enfermedades de otro tipo como las crónico degenerativas o el cáncer, cuyo impacto es físicamente visible. 

“Padecer un trastorno bipolar es ser juzgados, ser rechazados, ser estigmatizados, ser objeto de bullying porque las enfermedades mentales son las menos comprendidas para la sociedad”. 

De ahí la necesidad de que padres de familia y maestros estén debidamente informados sobre ese entorno y cuenten con las herramientas para actuar a tiempo, para lo cual, el tema debe ser abordado con responsabilidad por todos los sectores de la sociedad, de modo que exista empatía y disposición de ayudar. 

“No necesitas ser suicidólogo, no necesitas ser un especialista, un psiquiatra, un psicólogo; la clave para dar contención en una crisis de intento suicida es simplemente escuchar, preguntarle cómo se siente y que la persona vaya desahogando, que vaya sacando lo que ahí trae; eso va a ser más que suficiente y puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de una persona”, manifestó.