Trabajadores de la salud denuncian nuevo caso de hostigamiento

VICTOR BARRÓN

Personal adscrito a la Secretaría de Salud de Coahuila en la región Laguna, acusó al secretario general de la Sección 87 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA) en Torreón, José Manuel Riveroll Duarte, de hostigamiento contra una empleada de la Unidad de Consulta Externa, quien además señaló presunta agresión verbal del secretario Roberto Bernal Gómez durante una conversación telefónica.

La afectada es Lizbeth Yajaira Amador Galindo, responsable de Recursos Humanos de la citada unidad médica e integrante del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de la Salud (SINAITSA).

De acuerdo con su versión, aproximadamente a las 8:00 horas del miércoles, José Manuel Riveroll irrumpió de forma prepotente en su oficina y le exigió tomar un teléfono celular para responder una llamada del secretario de Salud.

Y en esa comunicación con El funcionario estatal se habrían producido el maltrato y las agresiones verbales en contra de la empleada.

Por tal razón, Yajaira Amador acudió a presentar una denuncia por violencia de género ante el Centro de Justicia y Empoderamiento de las Mujeres en Torreón y anticipó que acudirá a las instancias pertinentes para denunciar acoso laboral y discriminación sindical, pues asegura haber sido víctima de hostigamiento por haber decidido salir del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud.

Mientras que el líder sindical y también regidor en Torreón, José Manuel Riveroll, dijo por su parte que acudió a la Unidad de Consulta Externa debido a que no se les permitía el acceso a dos enfermeras y al no estar presente el director del centro médico, se dirigió a Lizbeth Yajaira como encargada de Recursos Humanos para que recibiera instrucciones directas del secretario de Salud, lo que habría causado inconformidad al interior del SINAITSA.

“Es un malentendido completamente laboral, yo no oí el contenido de la llamada porque yo le comuniqué al doctor Bernal a la encargada de Recursos Humanos, esa desventaja la da la ambigüedad de las funciones”.

“La trabajadora que se ostenta como sindicalizada, tiene un puesto de autoridad como encargada de la oficina de Recursos Humanos”, argumentó.