LESLIE DELGADO
El párroco de la Catedral de Santiago, Plácido Castro indicó que las imágenes religiosas, los dos retablos y el centenario órgano sufrieron un severo daño por el paso del tiempo y a la filtración de un polvo que no han podido limpiar.
“Están llenas de un polvito que no podemos quitar porque necesitamos autorización y ayuda económica para hacerlo, por más que tratamos de proteger con hules, al tener las puertas abiertas del templo este material se filtró y no somos los únicos que padecemos de esto”, comentó el sacerdote.
El presbítero reiteró que pese a que tienen una estrecha relación con el Instituto de Antropología e Historia (INAH), señaló que la dependencia federal no puede absorber los gastos que se requieren para el saneamiento de las imágenes al tiempo que recordó que la última restauración integral se llevó a cabo en el 2016.
“Nos habían dado un presupuesto solo de limpieza de uno de los retablos, eran aproximadamente 60 mil pesos, sin contar la restauración, eso fue antes de la inflación, todo esto saldría muy caro”, subrayó.