Santa Lucía Castán
Luego que por tratarse de un homicidio por razón de género, se contemplaba inicialmente tipificarlo como feminicidio, ayer dio un giro total la investigación del asesinato de María Elena, ya que se detuvo como probable responsable a otra mujer, consuegra de la víctima, quien presuntamente le dio muerte por problemas familiares y trató de involucrar a un hombre en los hechos, informó el coordinador de Ministerios Públicos, Rogelio Gómez Rodríguez.
“Se llevó a cabo la cumplimentación de una orden de aprehensión en contra de una persona del sexo femenino, la cual es puesta a disposición del órgano jurisdiccional para llevar a cabo la audiencia inicial de la formulación de la imputación”, expresó.
Gómez Rodríguez detalló que el Agente del Ministerio Público expuso los datos de prueba para lograr la vinculación a proceso por el delito de homicidio calificado, en hechos registrados el 28 de julio, cuando María Elena, quien residía en Nava, fue localizada sin vida en el Río Escondido, en Piedras Negras, a donde fue arrojada por la presunta responsable, quien le disparó en 3 ocasiones.
Resaltó que continúan las investigaciones del caso, para establecer si existen otras personas involucradas en los hechos, donde la víctima, luego de dejar a su hijo en la parada del camión, acudió a recoger a otra hija a su centro de trabajo, hasta donde fue seguida por la presunta responsable, quien le disparó en su mismo vehículo, el cual abandonó en la colonia San Joaquín, de Piedras Negras.
“De las investigaciones que se arrojan en las entrevistas tomadas, se deriva que tanto la víctima como la probable responsable, se conocían a través de varios años, en virtud de que la probable responsable era suegra de una de las hijas de la víctima, de lo cual se había derivado de tiempo atrás una problemática sobre los hijos de esta persona”.
El coordinador de Ministerios Públicos aseveró que en la etapa de investigación complementaria, posterior a la vinculación a proceso, se prevé estar en condiciones de sustentar o continuar con la calificación de homicidio calificado, o en su caso, reclasificarla por el delito de feminicidio, no obstante que hasta el momento no se considera que se justifique la razón de género que marca la legislación.
En las primeras indagatorias, familiares de María Elena señalaban a su expareja como involucrado en el crimen, sin embargo, se estableció que no está vinculado a los hechos, mientras que un hijo de 15 años de la presunta responsable, rindió declaración como testigo.