Mancha de arsénico amenaza Torreón

El agua se convierte en un latente peligro para los más de 700 mil habitantes de La Perla de la Laguna

 

VÍCTOR BARRÓN

 

Desde problemas de circulación, cáncer y hasta amputaciones que antes se focalizaban en comunidades conocidas por el alto nivel de arsénico del agua como Francisco I. Madero, San Pedro de las Colonias, Finisterre y San Salvador, se expanden desde hace 40 años hacia la mancha urbana de Torreón, un municipio con más 700 mil habitantes.

 

Para los grupos ambientalistas, ante la ausencia de criterios ambientales, los programas de filtros domiciliarios en Gómez Palacio, Durango y los los filtros a pie de pozo instalados en Torreón, han fracasado; al igual que la ampliación de perforaciones a mayor profundidad de las que se extrae agua aún más contaminada por otros metales.

 

El aumento de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas está en puerta, aunado a que la vocación lechera de la Laguna se convierte en la exportación del agua, desde el dora de agua en el desierto.

 

La Laguna de arsénico

Más de 40 años separan a La Laguna de la época en que el agua de calidad favorecía a la región. Actualmente, la sobreexplotación de los mantos acuíferos en función de la demanda del sector agropecuario derivó en perforaciones cada vez a mayor profundidad, haciendo contacto con metales pesados como el arsénico que se concentra en rocas y sedimentos.

 

Rafael Zuno Sandoval, integrante de la agrupación Encuentro Ciudadano Lagunero, señaló que actualmente, la denominada “mancha de arsénico”, originada en municipios altos como San Pedro de las Colonias y Francisco I. Madero, se extendió hasta la Zona Metropolitana de La Laguna debido a la existencia de pozos que extraen el líquido a profundidades de 300, 400 y hasta 500 metros.

 

“Es como si tuvieras una presa, si el agua se va terminando, el agua de las partes más altas se va descubriendo y arrastra todo eso. Entonces, es lo que ha estado sucediendo, por eso ahora tenemos esa situación de la problemática del arsénico”, comentó.

 

Y es que en los 170 pozos distribuidos en La Laguna de Coahuila y de Durango, 28.4 por ciento del volumen extraído contiene concentraciones de este metaloide por encima de los 0.025 microgramos por litro establecidos como límite para el consumo humano de acuerdo con la norma nacional NOM-127-SSA; mientras que aproximadamente el 83.3 por ciento rebasa el estándar internacional de calidad 0.010 microgramos por litro determinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó.

 

 

“Esto te genera un problema de salud para toda la población, que se traduce desde los padecimientos más graves como cáncer de piel, cáncer de pulmón, cáncer de vejiga, hasta problemas circulatorios y microcirculatorios en las extremidades inferiores, que produce gangrena; de tal manera que tú te vas a encontrar, por ejemplo, en algunos lugares por Francisco I. Madero, por Finisterre, por San Salvador, te vas a encontrar a un buen número de gentes a las que les han amputado sus extremidades”, señaló.

 

Los niveles de contaminación por arsénico en pozos de la región en múltiples casos rebasan las normas nacionales e internacionales y de acuerdo con Víctor Hugo Carreón Flores, director de Planeación y Proyectos del Comité Ciudadano por la Calidad y la Cantidad del Agua en La Laguna, existen fuentes de abastecimiento con registros de entre 0.050 y 0.080 microgramos por litro donde los gobiernos optan por hacer una mezcla con el agua de pozos con menores concentraciones, en un intento fallido de mejorar la calidad del líquido que finalmente llega a los hogares.

 

 

De la misma forma que tanto los filtros a pie de pozo instalados en Torreón, como el programa de filtros domiciliarios en Gómez Palacio, fracasaron en el objetivo de solucionar la problemática del arsénico, opinó.

 

Carreón Flores amplió que las perforaciones a mayor profundidad provocan que el manto también entre en contacto con otros metales y sustancias como el cromo, magnesio, flúor y cadmio, lo que a su vez influye en el aumento de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.

 

Exportadores de agua en el desierto

Para el ambientalista Francisco Valdés Perezgasga, la raíz de la problemática del agua en La Laguna estriba en la sobreexplotación, así como en el manejo económico de este recurso natural, toda vez que las presas se abren y cierran acorde a la actividad agropecuaria y no operan con criterios ambientales.

 

“Soltar agua para mantener los ecosistemas y soltar agua para recargar el acuífero que está tan castigado, esto es lo que se tiene que hacer”.

 

Aunado a ello, dijo que es común que los productores agrícolas consuman volúmenes mayores a los concesionados, sin que existan sanciones por el robo del agua. Valdés Perezgasga criticó también el uso de grandes cantidades de agua para la producción de forrajes y arbóreas.

 

 

“El agua la usamos muy mal en Torreón, la desperdiciamos en cultivos totalmente inadecuados para el clima de nuestra región, como la alfalfa o el nogal”, opinó.

 

Rafael Zuno coincidió en ese sentido al calificar de irracional la producción en la región lagunera de 40 mil hectáreas anuales de alfalfa, lo que implica una lámina de riego de 2.5 metros de profundidad para cada una.

 

Paralelamente, el consumo de agua a gran escala se traduce en la producción diaria de entre 5 y 6 millones de litros de leche, mayormente para su distribución fuera de La Laguna.

 

“Generalmente, toda esa leche va hacia otros lugares, entonces somos exportadores de agua aquí en pleno desierto, súmale otro elemento más a la irracionalidad”, agregó.

 

Zuno Sandoval detalló que en el diagnóstico “Problemáticas y Alternativas de solución en las áreas de salud pública e hidroagrícola en la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango”, elaborado por Encuentro Ciudadano Lagunero, se establece que el manejo de agua superficial en el Distrito de Riego 017 registra una eficiencia del 40 por ciento en la conducción y aplicación del riesgo agrícola, mientras que la existencia de fallas en la infraestructura hidroagrícola, además de la falta de tecnificación de predios, redundan en pérdidas por evapotranspiración, es decir la pérdida de humedad de una superficie por evaporación directa junto con la pérdida de agua por transpiración de la vegetación.

 

El organismo también señaló irregularidades en los módulos de riesgo y tan solo en 2019 se estimó la siembra excedente de 20 mil hectáreas, volumen que formaría parte de un mercado oculto de agua utilizado por distintos grupos de usuarios.

 

En lo relativo al renglón de aguas urbanas, el estudio indica una eficiencia del 50 por ciento en las redes de distribución del líquido, situación que incide en el agotamiento de agua subterránea y problemas de abasto doméstico.

 

Y de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua, mientras la recarga anual del acuífero es cercana a los 520 millones de metros cúbicos, la extracción es de aproximadamente mil 200 millones de metros cúbicos, déficit que muestra la dimensión de la problemática que afecta a los laguneros.

 

 

Agua libre de arsénico se desperdicia

La solución planteada por el gobierno federal para dotar de agua libre de arsénico a los laguneros mediante la potabilización del líquido proveniente del río Nazas, mismo que se distribuirá a través de ductos para beneficiar a un millón 650 mil habitantes.

 

Mediante el proyecto Agua Saludable para La Laguna, la Federación pretende impulsar la recuperación del Acuífero Principal mediante la suspensión de la extracción de agua en pozos, garantizando al mismo tiempo volumen suficiente de agua superficial para el Distrito de Riego 017.

 

Sin embargo, para los especialistas en el tema del agua, la propuesta del gobierno federal no atiende el tema de fondo, ignorando las condiciones de deforestación y erosión de los suelos que registra las partes altas de Durango, sitio del que proviene el líquido que se acumula en las presas de La Laguna. Con todo eso, sumado a los efectos del cambio climático con las altas temperaturas y la ruta de las lluvias cada vez más hacia el sur, la región se sitúa frente a un panorama desalentador en el tema hídrico.

 

Francisco Valdés Perezgasga opinó que, al centrar los esfuerzos en el agua para consumo humano, la Federación deja de lado las dos grandes raíces de la contaminación por arsénico y evita trastocar intereses económicos.

 

“Eso no resuelve el problema; eso va a resolver el problema del agua de bebida, que es el 1 o 2 por ciento del problema del agua. No se enfoca en abordar el problema del agua de manera integral y todo esto lo hace para no molestar a los grandes usuarios del agua en La Laguna, que es el sector agropecuario, los grandes agricultores y ganaderos de la región”, señaló.

 

El ambientalista reconoció que la recuperación del acuífero y la disminución en la contaminación por arsénico representan cuestiones llevan tiempo y ante la necesidad de frenar el consumo de agua con este metaloide, una opción sería la de aprovechar el líquido de los pozos con mejor calidad y distribuirlo entre la población exclusivamente como agua para beber.

 

Dijo que si bien, Torreón cuenta con filtros anti arsénico que significaron una fuerte inversión para su adquisición y operación, 50 por ciento del agua libre de este elemento se pierde por las deficiencias en el proceso de conducción y únicamente el 5 por ciento del agua sometida a este proceso, se emplea para beber y cocinar; el resto es utilizada en procesos que no se verían afectados si el agua presenta alta concentración de arsénico.

 

“Es una estupidez, tal cual, que estén filtrando el agua para luego meterlo a que se tire la mitad en la red de conducción que tiene fugas por todos lados y el resto se use en la regadera, en el excusado, en la manguera del jardín”, aseveró.

 

 Así mismo, Rafael Zuno Sandoval consideró que el proyecto federal se basa en una visión cortoplacista que no representa una solución, pues la reserva con la que puede contar la región lagunera es precisamente el agua subterránea, mientras que el agua superficial está concesionada y para poder avanzar en el tema de la potabilizadora, la Federación requiere la compra de derechos de agua a los productores del Distrito 017.

 

“Sin embargo ellos tienen ese problema, porque nosotros hemos tenido aquí sequías donde la presa está a un 30, 40 por ciento de su capacidad y entonces cómo vas a resolver esa situación. Es nuestra reserva, esa es nuestra posibilidad de supervivencia y de desarrollo de la comarca lagunera”.

 

“Lo que nosotros planteamos es que verdaderamente ellos toman ese camino fácil para dejarles, sobre todo a los lecheros y a los grandes concesionarios, que se acaben el acuífero”, apuntó.

 

Finalmente, Víctor Hugo Carreón opinó que la estrategia de Agua Saludable para La Laguna mitigará en parte la problemática existente, sin embargo este proyecto abarca solo los domicilios y va a tardar alrededor de tres años en realizarse.

 

En riesgo el futuro

Rafael Zuno manifestó que el problema del agua no debe ser ajeno a la necesidad de trazar la ruta hacia el equilibrio hídrico y garantizar el abasto de agua de calidad en los próximos años.

 

“Creo que existe un compromiso ético con las próximas generaciones, eso es lo que consideramos”.

 

“Nuestras propuestas tienen diferentes ángulos; uno, es equilibrar el acuífero estableciendo una medición confiable con la instalación de medidores telemétricos que son monitoreados vía satélite, eso ya se hace en diferentes países, incluso aquí en el nuestro. Y (la información) se va a una central de datos sin que nadie la manipule y alguien, un observatorio o el propio estado, lo revisan”.

 

Al haber una medición, los pozos trabajan las 24 horas, los 365 días del año y acceden a un volumen mayor al concesionado. Otra de las propuestas del Encuentro Ciudadano Lagunero es en el sentido de reducir la producción de alfalfa y promover el uso sustentable del agua en la industria lechera.

40 años de amenaza

Avanza mancha de arsénico

De Francisco I. Madero

San Pedro de las Colonias

Finisterre y San Salvador,

 

Torreón

Más 700 mil habitantes

 

La Laguna

170 pozos

28.4 tienen arsénico

 

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud)

Nivel permitido 0.010 microgramos por litro

83% de los pozos lo rebasan

 

Según la Norma Oficial Mexicana (NOM)

0.025 microgramos por litro

28% de los pozos lo rebasan

 

Efectos del arsénico 

Cáncer de piel, pulmón y vejiga

Problemas circulatorios

Gangrena

 

Ganado y producción agrícola aumentan el problema

Sólo 40% de eficiencia en conducción del agua de riesgo

Se pierde 60%

 

Soluciones a medias

50% de agua libre de arsénico se desperdicia