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En Ramos, ciudadanos defendieron el agua y “tumbaron” privatización

Foto: Especial

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12 de Enero 2021

En 2013, en pleno año electoral para la renovación de la alcaldía, la empresa AGRA despertó el enojo social, a tal grado de que los ciudadanos condicionaron su voto a los candidatos a favor de quien recuperara la administración total del sistema de aguas

 

CHRISTYAN ESTRADA

 

El 1 de enero de 2013, Aguas de Saltillo (AGSAL), inició sus operaciones en Ramos Arizpe, donde de forma casi inmediata comenzó el cobro de la cartera vencida y para ello recurrió al corte del servicio, tal y como sucede en la capital de Coahuila desde hace 19 años. 

 

“Estaba Ramón Oceguera de alcalde y en una reunión de cabildo él comentó que el sistema de agua de Ramos no funcionaba muy bien” por lo que el jueves 8 de noviembre de 2012 se firmó el decreto para la creación de la compañía pública privada Aguas de Ramos Arizpe (AGRA), en la cual Aguas de Barcelona -el socio minoritario de AGSAL- adquirió el 48 por ciento de las acciones mediante la inversión de ocho millones de pesos, recuerda Gloria Tobón de Garza activista y defensora del agua en Coahuila.   

 

El proyecto para desincorporar el sistema de aguas de Ramos Arizpe fue encabezado por el titular de la desaparecida Secretaría de Urbanismo, Agua y Ordenamiento Territorial estatal, Óscar Pimentel González, quien siendo alcalde de Saltillo en 2001, vendió en 84 millones de pesos a la española Aguas de Barcelona 49 por ciento de las acciones del sistema de aguas de la capital, con lo cual se creó la empresa paramunicipal AGSAL. 

 

Tomás Gutiérrez, actual director de Desarrollo Social en Ramos Arizpe, y quien fuera el segundo regidor de extracción priista durante la administración de Ramón Oceguera fue quien votó en contra el proyecto de creación de AGRA ya que asegura que “se quiso imponer la venta del sistema de agua” con lo cual las tarifas se incrementarían a “más del doble”. 

 

 

“En aquel entonces yo les sugería hacer una consulta ciudadana y que el trámite fuera gradual, ya que sí se tenían muchos problemas y primero teníamos que buscar una solución de raíz y luego después ir aumentando los precios, pero ellos lo hicieron al revés” recuerda Tomás Gutiérrez. 

 

Mientras en Saltillo, AGSAL incrementó sus tarifas y todos los servicios diversos – conexiones y reconexiones- paulatinamente a lo largo de 12 años, en Ramos Arizpe “se los aplicaron de un día para otro, todos los aumentos de tarifas y empezaron también a hacer cortes de agua que no se hacían”, señala Gloria Tobón quien añade que “muchos usuarios comenzaron a recibir notificaciones por adeudos exorbitantes”. 

 

En pleno año electoral para la renovación de la alcaldía, la empresa AGRA despertó el enojo social, a tal grado de que los ciudadanos condicionaron su voto a los candidatos a favor de quien recuperara la administración total del sistema de aguas.

 

“En junio de ese año (2013) hubo elecciones, y la gente estaba ya tan molesta con los abusos de Aguas de Saltillo que a todos los candidatos a alcalde les pidieron que si querían que votaran por ellos, les prometieran que iban a remunicipalizar el sistema de agua”, afirma la activista. 

 

“Todos los candidatos y candidatas en aquel entonces opinábamos lo mismo, (sic) si entramos necesitamos recuperar el agua, entonces se hizo un clamor ciudadano y en general la ciudadanía rechazó la manera de trabajar de Aguas de Barcelona en Ramos Arizpe”, afirma Aguirre Gutiérrez al referirse al “grito ciudadano” que se escuchaba en las campañas electorales del 2013 de quienes rechazaban la llegada de AGSAL al municipio. 

 

 

El ganador de la contienda electoral en 2013, Ricardo Aguirre Gutiérrez, recuerda que Aguas de Ramos Arizpe, “estaba manejando el tema del agua, como un tema privado sin un sentido social” por lo cual señala que durante su campaña el “grito y el clamor de la sociedad” era disolver la sociedad público-privada que se creó con la promesa de satisfacer la demanda de agua de los entonces 75 mil habitantes y 22 mil usuarios de la ciudad. 

 

En mayo de 2014, el ayuntamiento de Ramos Arizpe concluyó las acciones financieras-legales para la compra del total de las acciones de la empresa AGRA, que poseía AGSAL, por las cuales se pagaron 24 millones de pesos, tres veces más de la inversión inicial -de ocho millones de pesos- que realizó la paramunicipal un año y medio atrás. 

 

“Ricardo Aguirre me acuerdo dijo, -con tal de que se vayan les doy los 24 millones, yo sé que es mucho y que están abusando pero ya no aguanto a la gente, que se vayan” destaca Gloria Tobón de Garza respecto a la compra de acciones de AGSAL. 

 

La ex regidora del ayuntamiento Juanita Gómez Mares, señala que la venta y compra de acciones de AGSAL en Ramos Arizpe “fue un negocio redondo” para los españoles de Aguas de Barcelona luego de que el municipio tuviera que pagar tres veces el costo original de las acciones que se vendieron para la privatización del agua. 

 

“Se crea COMPARA, que sigue siendo una compañía pública, que depende de un consejo, donde el presidente municipal es el presidente, y se empiezan a hacer estrategias de cobro ciudadano”, recuerda Ricardo Aguirre, quien afirma que a pesar de que fue en abril de 2014 cuando se concluyeron los trámites financieros-legales para disolver Aguas de Ramos Arizpe, “fue desde el mes de febrero cuando AGSAL salió de las oficinas y se le quita la rectoría de la empresa”. 

 

 

A diferencia de Saltillo, donde AGSAL y su socio Aguas de Barcelona tienen ya 19 años administrando el vital líquido, en Ramos Arizpe, dicha empresa pública-privada solo duró un año y medio en poder de los españoles. 

 

“Yo creo que en Saltillo, cuando inicia Aguas de Barcelona, inicia como una empresa social, sí tuvieron consideraciones, sí iniciaron con una cultura de fomento al pago y creo que en Ramos Arizpe entraron de lleno con una actitud de cobranza y de ingresos, recaudatoria”, afirma Ricardo Aguirre sobre los factores que influyeron para dar marcha atrás a la privatización del agua en la ciudad donde añade que “fue el rechazo social” la que marcó la pauta para recuperar las acciones en poder de AGSAL.

 

Por su parte Gloria Tobón de Garza señala que para la gente de Ramos Arizpe el manejo del sistema de agua por parte de AGSAL “fue muy traumático y la gente quedó muy enojada por los aumentos de tarifa y los cortes de agua”, sin embargo los ciudadanos deben de pagar en la medida de lo posible el agua, mientras que el municipio debe de revisar junto con COMPARA caso por caso el cobro del suministro. 

 

Para la activista la principal diferencia entre el tiempo de gestión del agua entre Ramos Arizpe y Saltillo, es que en la capital del estado “la gente ya se acostumbró” a la situación de los altos cobros y los cortes del servicio, además de que para los alcaldes que han gobernado la capital de Coahuila “es una situación muy cómoda que AGSAL maneje el agua” ya que sostiene que de esa forma el ayuntamiento se desatiende de los problemas del suministro y cada año reciben sus dividendos. 

 

“En este caso (en Ramos Arizpe) cuando entran, inician con un rechazo completo de la comunidad, y creo que cuando empiezan en Saltillo, hicieron un plan de integración ciudadana y aquí llegaron sin una estrategia de socialización”, afirma Ricardo Aguirre. 

 

Así mismo la ex regidora Juanita Gómez Mares señala que a diferencia de Ramos Arizpe, en Saltillo “existen más cómplices” para mantener “el jugoso negocio” de AGSAL y destaca que hace falta la “presión de la gente” quien parece estar contenta con la gestión del agua en la ciudad por parte de la empresa Aguas de Barcelona. 

 

Suministro de agua y cobro eficiente, retos que enfrenta COMPARA 

A seis años de su creación, la empresa Compañía de Aguas de Ramos Arizpe SA de CV, (COMPARA) ha solucionado una serie de problemas de suministro de agua potable en la ciudad, sin embargo el cobro eficiente de 47 millones de pesos en cartera vencida, sigue siendo el talón de Aquiles de la paramunicipal que ha permitido adeudos de ciudadanos de más de 10 mil pesos en sectores habitacionales sin suspender el servicio. 

 

“No hay servicio profesional de carrera, mucha de la gente no está capacitada para los puestos y no hay mucha participación ciudadana, las personas que forman parte del consejo de administración por lo general no es gente que le interese ni que tenga conocimiento de sistemas de agua”, sostiene Tobón de Garza en relación al personal que trabaja en COMPARA y al consejo de administración. 

 

Durante la administración de Ricardo Aguirre existía un consejo técnico de expertos en el tema del agua que realizaban sugerencias y formas de trabajo para la gestión del líquido en el municipio a través de COMPARA, sin embargo, dicho grupo de especialistas dejó de participar en el consejo con la llegada de la ex alcaldesa Tita Flores Boardman. 

 

Durante el periodo de privatización del agua en Ramos Arizpe el sistema de agua contaba con 26 pozos, de los cuales solo funcionaban 21, siendo su profundidad promedio de 185 metros y de los cuales se extraían 266 litros por segundo, pero solo se aprovechaba 35 por ciento del caudal del vital líquido debido a las fugas en los 114 kilómetros de red de distribución con la que contaba la ciudad. 

 

 

En enero de 2019, al asumir la gerencia de COMPARA, Eduardo Valdés Cuellar, recibe en la entrega recepción un total de 33 pozos de agua con un gasto de 298 litros por segundo, sin embargo el caudal que aportaban era insuficiente para la demanda que en 2014 requería la ciudad, que era de 387 litros por segundo para abastecer a 29 mil 100 usuarios. 

 

En la actual administración del alcalde José María Morales Padilla, el municipio en conjunto con el estado ha perforado 17 pozos, con los cuales suman ya 50 pozos en la ciudad con lo que se tiene un gasto acumulado de 470 litros por segundo para satisfacer la demanda de 31 mil usuarios. 

 

El caudal de los nuevos pozos le ha permitido a COMPARA “reforzar y cubrir las zonas donde se tenían problemas con el abastecimiento y que tenían un horario muy limitado en el suministro” señala Eduardo Valdés Cuellar. 

 

Luego de que la actual administración municipal ha logrado estabilizar el suministro y abastecimiento de agua potable en la ciudad, el reto de COMPARA es poder recuperar la histórica cartera vencida de 47 millones de pesos que AGRA intentó cobrar mediante el corte del servicio a los usuarios. 

 

“Aguas de Ramos Arizpe, manejada por Aguas de Saltillo no pudo hacerle frente a eso, lo que hicieron fue empezar a cortar el agua a la gente que tenía adeudos grandes”, revela Gloria Tobón de Garza quien afirma que la suspensión del servicio es una “clara violación al derecho humano al agua”.

 

La activista y defensora del agua en Coahuila considera que “es muy  importante que COMPARA revise toda esa cartera vencida” pero junto a un trabajador social que revise la situación económica real de las familias y se valore con cuánto se pueden comprometer a pagar, ya que afirma que negar el servicio no es una solución al problema del adeudo de los usuarios. 

 

“El agua para el que no puede pagar debe ser gratis y para quien puede pagar debe tener una tarifa módica”, destaca Tobón quien considera que es necesario que el consejo de administración de COMPARA tenga expertos en el tema para hacer más eficiente la gestión de la empresa, ya que los ciudadanos deben entender que el agua debe pagarse en la medida de los posible y el municipio debe estudiar caso por caso la situación financiera de quienes no pueden pagarla.

 

 

Para recuperar la cartera vencida, el cabildo de Ramos Arizpe autorizó que en diciembre y enero, los usuarios con más de tres meses de morosidad recibieran un 50 por ciento de descuento en sus adeudos y además en enero las personas pueden pagar su anualidad. 

 

“Todo esto es con la finalidad de ir recuperando cartera vencida de los usuarios y que nos ayuden también para la adquisición de materiales y equipos de bombeo” afirma el gerente de COMPARA; empresa que en 2020 instaló 480 medidores en los nuevos contratos para tener una medición del volumen de gasto que se tienen en la ciudad, donde se tiene un promedio de 31 mil usuarios registrados y solo operan 8 mil 800 medidores correctamente. 

 

El ex regidor Tomás Gutiérrez, quien en su momento se opuso a la privatización del agua en la ciudad, señala que históricamente en Ramos Arizpe “no se cobraba el agua porque no había”, sin embargo luego de que el suministro y distribución se estabilizó “ya se debe de pagar”. 

 

Para los activistas y defensores del agua, el tandeo del servicio y el fomento de la cultura del agua son parte de los trabajos que el sistema paramunicipal COMPARA en conjunto con el ayuntamiento deben de realizar, “porque hay que entender” Ramos Arizpe es parte del semidesierto, y por ello los ciudadanos deben de cuidar el agua.

 

La ex regidora Juanita Gómez Mares considera que luego de seis años de que los ramosarizpenses recuperaron el agua de manos de AGRA, para hacer más eficiente la gestión del sistema municipal con COMPARA, se deben de contratar a los perfiles adecuados y tener mayor vigilancia sobre las finanzas, ya que afirma que los organismos operadores de agua son las “cajas chicas de los municipios”.