GUADALUPE PÉREZ
Alrededor de las 4 de la mañana de este martes, elementos de la Fiscalía y del estado desalojaron a decenas de familias que habían tomado desde hace una semana un terreno de Villa Frontera.
Sarahí Pule Mata, una de las afectadas, cuestionó el proceder de las autoridades ya que fue en la madrugada poniendo en riesgo a los niños, bajo la amenaza de que “desalojaran por las buenas o si no querían, por la mala”.
“Yo digo, ¿por qué hacerlo en la madrugada y porque venir así si hay muchos niños?, ósea ellos son los que la van a llevar, llegaron como a las 4 o 5 de la mañana y eso fue lo que no me pareció así a mi porque hay niños”, explicó Pule y señaló que lo único que les dijeron los policías que acudieron fue que “desalojaran a la buena y pues si no querían a la mala”.
Añadió, fueron los mismos policías que comenzaron a tumbar los campamentos que ya habían instalado, además de que tenían muchas de sus pertenencias y se llevaron en camionetas cazos, bandejas y otras cosas que, aunque poco eran de valor.
El delegado de la FGE en la Región Centro, Rodrigo Cháirez, explicó que luego de la invasión al predio, acudió un representante del presunto dueño del predio y tras realizarse la denuncia, la misma persona solicitó una restitución del inmueble lo cual fue planteado ante la autoridad judicial, determinando que es procedente una orden de desalojo.
“Es en base a esto que se acude al terreno que ya saben y se aborda a las personas que estaban en el lugar, desde luego se les extendió una invitación para que pudieran tomar sus pertenencias y puedan despejar el terreno, ocurrió así, ninguna persona fue detenida; no fue necesario el uso de la fuerza que igualmente estaba autorizado por la autoridad judicial, todo se llevó en buenos términos, intervienen los agrupamientos estatales, las actuaciones las encabeza el Ministerio Público”, comentó.
Debido a que no estaban todos los invasores presentes sus pertenencias fueron recogidas, así como algunos vehículos, los cuales mantienen bajo resguardo y podrán ser reclamados y entregados a sus propietarios una vez que así decidan solicitarlo.