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Carlos Omar, 22 años de dar vida a ‘Kike Conejo’

Fotos: Rodrigo Flores

Fotos: Rodrigo Flores

12 de Agosto 2021

Llegó de Guasave, Sinaloa, para vestirse de la mascota de Saraperos y divertir a las familiares aficionadas al béisbol

RAÚL ROCHA

Durante 22 años Carlos Omar Montoya Bernal ha sido uno de los principales atractivos para los niños que asisten a ver los juegos de Saraperos en el estadio Madero, a pesar de no conectar jonrones, de no robar bases, de no ponchar rivales y de no anotar carreras ya que su trabajo es divertirlos como Kike Conejo, la mascota del equipo saltillense.

Desde hace poco más de dos décadas, el originario de Guasave, Sinaloa se mete a la botarga del conejo para apoyar a la novena verde y deleitar a toda la familia que acude al inmueble.

El licenciado en Ciencias de la Comunicación llegó a Saltillo para abrir la temporada de 1999, año en el que empresario Juan Manuel Ley compró al conjunto coahuilense.

“Mi gusto nace por mi hermano que era la mascota de los Tomateros de Culiacán, el Pollo Tomás, y cuando él se va, como yo le ayudaba en sus shows, me quedé en su lugar y cuando los dueños de Tomateros compraron a los Saraperos trajeron todo su equipo de trabajo para acá, para Saltillo y así fue como llego”, dijo.

“Ahí estuve turnándome entre la liga de invierno y la liga de verano por muchos años hasta que me casé aquí en Saltillo y me quedé a radicar en la ciudad”, mencionó.

El personaje en el club ya estaba desde 1994 y la instrucción de la directiva fue que su espectáculo estuviera dirigido a toda la familia para atraerla al estadio bajo una dinámica que ya era un éxito en Culiacán y querían replicarla.

“La filosofía de la empresa, de ellos, era de que todo fuera sano, que fuera familiar. El lema de ellos era: El béisbol en familia se disfruta mejor. Entonces, todo lo que hacíamos era que fuera familiar, sin groserías”, dijo.

“Esa personalidad de Kike Conejo, que es un conejo sano, era como un niño y tratamos de que fuera amigo de los niños y divertir a la gente”, describió.

Carlos considera que uno de los éxitos que ha tenido el personaje de Kike Conejo, que tiene una edad de 8 años, es que a pesar de que está dirigido a los niños, muchos adultos también lo buscan para la fotografía o para festejar un cumpleaños dentro del estadio.

“Una de las características de la afición de Saltillo es que quieren a la mascota, aunque sea una imagen blanca, aunque sea dirigido la mayoría de los shows a los niños, a los grandes les ha gustado mucho. Yo creo que esa es una gran diferencia de la afición de aquí a otras. La de aquí es muy noble y muy sana”, dijo.

De forma divertida platicó que muchos de los pequeños con los que se tomó la foto hace 20 años, ahora van y le piden la foto para que se la tome con sus hijos.

“De repente me enseñan fotografías desde cuando eran pequeñitos y ahora se toman la foto conmigo y ya están grandes. Hace una semana me dice una amiga: Mira, este es mi hijo, ahora ya es doctor -recuerda entre risas- y me muestra la foto con el pequeñito, ya hemos abarcado esa generación”, señaló.

Tanto ha representado Saltillo para el sinaloense que decidió casarse en el estadio Madero en 2007 después de un juego, donde miles de aficionados fueron testigos.

Aunque la fecha de la celebración debió de posponerse una semana, ya que el encuentro de ese día se suspendió por lluvia.

Pero no todas han sido alegrías, ya que hace poco más de 15 años la directiva de aquel momento, le anunció que llegaría otra persona de Culiacán a darle vida al personaje, pues querían darle otra personalidad y otro perfil.

Las protestas de la gente se presentaron y mostraron su rechazo ante las nuevas dinámicas que presentaba la mascota que se metía con el público en duelo de señas.

“Trajeron una persona para que le diera vida a Kike y el chavo trataba de hacerlo más juvenil, más como para grandes, pero la gente realmente no le gustó ese giro que le dieron al personaje”, narra.

“Pues sí recibió muchas críticas y quejas a la directiva, aunado a eso, este muchacho pues tuvo algunos problemas con los ampáyer, por su manera de ser y todo eso pues al final de cuentas la directiva hizo a un lado el personaje. Yo estaba trabajando para la organización en producción de cámaras en el estadio y regresé al personaje”, mencionó.

 

Con la llegada de las nuevas tecnologías y las redes sociales Carlos ha modificado sutilmente sus rutinas y está atento a ellas para seguir en el gusto de los aficionados y no quedarse atrás para organizar sus rutinas.

“En estos últimos años tratamos de que los shows o las cosas que hacemos para las redes sociales, pues ya lo hacemos con más profundidad dentro de los sketchs que hacemos aquí en el estadio”, dijo.

“Metemos algo de lo que se está usando en las redes, la música que se usa, algún gag.  Lo de Tik Tok, tiene que ver con lo que la nueva generación está viendo en las redes y todo eso es muy importante para estar actualizados, pero sin perder la personalidad de Kike que es un niño”, señaló.

 

Para el comunicólogo es muy importante mantener el encanto que los niños tienen al conocer a Kike Conejo, por lo que se esmera después de cada presentación en que no lo vean sin la cabeza de la botarga. 

“Trato siempre de que no sepan quién es la persona que está dentro. Siempre buscó la manera de ocultarme para quitarme la cabeza y todo eso.  Sí trato de que se conserve esa magia para los niños, porque a veces me he dado cuenta de que para ellos es un ser real”, expresó.

“Ellos ven al personaje y ven a un ser real y si ven que uno se quita la cabeza pues le quitas esa magia, esa ilusión que tiene el niño y sí, tratamos de conservar ese anonimato”, mencionó.

Todos los equipos de la Liga Mexicana cuentan con una mascota, pero sólo una tiene a la misma persona haciendo el personaje durante tanto tiempo.

Dijo que además de él, quien se mete a la botarga de los Tigres de Quintana Roo, “Chacho”, es quien tiene más tiempo haciendo este trabajo.

Presumió que como Kike Conejo no ha sufrido alguna expulsión de los ampáyer, porque siempre ha respetado las reglas, aunque sí le sucedió cuando iniciaba como el Pollo Tomás con los Tomateros de Culiacán al desconocer las reglas de dónde podía realizar su show en el campo de juego.

A lo largo de estos 22 años ha conocido a los diferentes jugadores que se han puesto la casaca de los Saraperos y con algunos de ellos ha entablado una muy buena relación como con Noé Muñoz, José “Mambo” Lima; ahora con Rainel Rosario, Juan Pérez o el mismo Henry Urrutia y varios más.

Por supuesto que uno de los momentos que más ha disfrutado fue el bicampeonato del equipo en 2009 y 2010, después de tantos años en que se les negó, por lo que los disfrutó al máximo, así como lo hizo la afición sarapera.

Destacó la forma en que los seguidores de la nave verde respetan al rival y a sus aficionados, situación que en otras plazas de beisbol de la República Mexicana se ha perdido.

Agradeció el apoyo de la actual directiva que le ha permitido seguir trabajando en lo que más le gusta, además de que en lo deportivo el equipo sigue avanzando.

“Es una directiva que apoya tu trabajo, siempre se le agradece y hace que tu oficio lo desempeñes con más entrega”, afirmó.

Carlos espera seguir como la persona que le da vida a Kike Conejo por varios años más y así seguir provocando sonrisas entre los niños y adultos que van al parque de pelota.

“Es una pasión que ya tengo dentro de mí, es algo que me enorgullece portar la piel de Kike y me emociona siempre ponerme el traje y salir a divertir a la gente ya sea dentro del estadio o fuera en eventos que hacemos como desfiles, hospitales, es una alegría que tengo y que me gusta mucho hacer y espero lo podamos hacer durante más años”, finalizó.

 

FRASE: 

“Es una pasión que ya tengo dentro de mí, es algo que me enorgullece portar la piel de Kike y me emociona siempre ponerme el traje y salir a divertir a la gente ya sea dentro del estadio o fuera en eventos que hacemos como desfiles, hospitales, es una alegría que tengo y que me gusta mucho hacer y espero lo podamos hacer durante más años”.