Albañilería: Un trabajo duro y con poca paga

Por: David González

La albañilería, la obra, la macabra, o simplemente la madre de todas las ch…, es como llama Pablo Martínez al oficio más pesado, el de trabajar la pala, la cuchara, el cemento y la grava.

Con más de 48 años de ser “maistro”, reconoció que, además de ser duro el jornal, es pobre la paga y eventual el empleo, pues no todos los días de la semana tiene trabajo.

Sin embargo, reconoce que cuando tienen una casa por construir agradece a la Santa Cruz por la oportunidad de contar con una entrada de dinero para su familia.

Como cada 3 de mayo, en todo el país los trabajadores de la construcción celebran honrando a quien tomaron como patrona: la Santa Cruz, levantada con dos maderos adornados con papel de china multicolor y que lucen las obras negras donde los albañiles estén laborando.

Pablo, el abuelo del grupo de albañiles que se junta en la plaza de la Madre, sale diario de su casa a las 7:00 horas para esperar en este sitio, una especie de zócalo capitalino, a que lleguen constructores, contratistas, amas de casa o jefes de familia para arreglar algún desperfecto que tenga su hogar.

Reconoce que pese a ser turnos extenuantes, donde tienen hora de entrada pero no de salida, reciben mucho regateo en su salario, pues,  por ejemplo, por una barda de 100 bloques les pagan 500 pesos, mientras que por un vaciado a cada ayudante le tocan casi 400 pesos.

Pablo, quien tiene 58 años pero empezó desde los 10 en los vaciados, comenta que en esta plaza no se pueden dar el lujo de cobrar por metro, sino a destajo; es decir, que por echar una loza, sentar ladrillo o acabar un embanquetado se fija una cuota que no pasa de los mil pesos.

Sin embargo, asegura que ser un albañil significa estar de fiesta todos los días, y más cuando se acerca el Día de la Santa Cruz, cuando por lo menos una carne asada les hacen en la construcción donde anden.

Al respecto, el vicario general de la Diócesis de Saltillo, Gerardo Escareño, resaltó la celebración de este miércoles 3 de mayo como una de las fiestas más importantes en la Iglesia católica, sobre todo en el gremio de los trabajadores de la construcción.