CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Más de media docena de ausencias de jugadores importantes, con cuestionamientos sobre el compromiso de algunos de ellos con la selección. Una necesidad evidente de renovar el plantel. Y la exigencia de recuperar el trono en la CONCACAF.
En su primera prueba oficial como técnico de México, Gerardo Martino encara múltiples adversidades al afrontar la Copa de Oro.
El técnico argentino tomó las riendas en enero pasado, un gran golpe mediático para el Tri tras despedirse en los octavos de final de una Copa Mundial por séptima vez consecutiva.
De entrada, los dirigentes del fútbol local le pidieron a Martino, quien sustituyó al colombiano Juan Carlos Osorio, conquistar el campeonato regional, dos años después de que México sucumbió en semifinales ante Jamaica usando un equipo alterno porque los titulares disputaron la Copa Confederaciones.
Ahora, podría ser más complicado que Martino cumpla con el pedido. Deberá lograr su misión sin varios jugadores que han sido referentes del fútbol mexicano en los últimos años: Javier “Chicharito” Hernández, Carlos Vela, Héctor Herrera, Jesús “Tecatito” Corona, Miguel Layún, Hirving Lozano y Giovani Dos Santos no estarán en selección mexicana para el torneo regional.
Casi todos fueron titulares en el Mundial de Rusia. Cada una de las siete ausencias responde a distintos motivos. Por ejemplo, Hernández está por convertirse en padre y Lozano se lesionó.
Vela desdeñó ser convocado, como lo ha hecho en ocasiones anteriores _se perdió el Mundial de 2014 en Brasil_; Herrera pidió un tiempo alejado de la selección, en momentos en que vence su contrato con el Porto y busca un fichaje atractivo, mientras que Corona provocó el disgusto de Martino al no asistir a una convocatoria para partidos amistosos, aduciendo una lesión, si bien participó días después en un encuentro, también con el Porto.
Martino, el ex técnico del Barcelona y las selecciones de Argentina y Paraguay, no ha ocultado su asombro ante la negativa de algunos futbolistas a jugar con el Tri.
“Los jugadores están en su derecho de venir o no venir a la selección, pero no es algo que me haya tocado vivir ni en Paraguay ni en la selección argentina”, dijo Martino. “Yo lo expresé antes, el llamado a la selección es un premio para los futbolistas, un reconocimiento a su trayectoria y en el momento en el que ellos no lo ven de esa manera es más lógico que no estén a que estén”.
Las ausencias servirán para adelantar un proceso de renovación, considerado necesario en la selección mexicana, que en Rusia fue uno de los planteles más veteranos con un promedio de edad superior a los 29 años.
Del grupo de ausentes sólo Lozano y Corona no tienen 29 años o más. El atacante del PSV de Holanda tiene 23 años, mientras que el “Tecatito” ha cumplido 26.
“Quizá ahora ya no se le da esa importancia a la selección, yo siempre llevaba la bandera y me sentía orgulloso cuando jugaba, son mentalidades distintas y se respetan”, dijo el ex capitán de la selección mexicana Rafael Márquez. “Se ha perdido esa hambre de representar al país, ciertos jugadores de jerarquía a veces no tienen la necesidad de estar en la selección”.
A pesar de las ausencias, México tiene un equipo con jugadores que parecen capaces de ayudarle a Martino a lograr su primer título en el país.
Entre las caras familiares estarán el portero Guillermo Ochoa y el volante Andrés Guardado, presentes en los últimos cuatro mundiales. Destacan también el zaguero Héctor Moreno, quien ha estado en los últimos tres, y el delantero Raúl Jiménez, quien participó en Brasil 2014 y Rusia 2018.
Los nuevos rostros que pedían una oportunidad son encabezados por el volante Rodolfo Pizarro, uno de los jugadores más talentosos de la liga local pero quien se quedó fuera en el último corte para Rusia 2018, además de los volantes Roberto Alvarado y Carlos Rodríguez, de Cruz Azul y Monterrey, respectivamente. Asoman también el zaguero Edson Álvarez (América) y el delantero Alexis Vega (Chivas).
México comparte el Grupo A del torneo junto con Cuba, Martinica y Canadá. Los dos mejores acceden a los cuartos de final por lo que, en el papel, la primera fase luce apacible. Si el “Tri” termina primero chocará con el segundo puesto del Grupo B integrado por Costa Rica, Haití, Nicaragua y Bermudas. En caso de ser segundo, iría ante el primero del mismo sector.
Los mexicanos no verían a Estados Unidos, el campeón defensor, sino hasta una eventual final.
“Sabemos que somos favoritos pero no puedes menospreciar a los rivales porque se acortan las distancias, lo vemos en Europa y ahora cada vez más en nuestra Confederación, a Jamaica, Honduras y Costa Rica cada vez es más difícil ganarles, incluso sin menospreciar, equipos como Bahamas aprenden más y ya no son selecciones improvisadas, tenemos que jugar al cien porque a fin de cuentas está en juego el prestigio de la selección”, dijo el arquero Jonathan Orozco.
México debuta en la Copa de Oro el 15 de junio ante Cuba.