MONTREAL (AP) — Una asociación comercial que representa a cientos de aerolíneas redobló esfuerzos para que se dé mayor capacitación a los pilotos y se mejore la coordinación entre reguladores de aviación globales para garantizar que el Boeing 737 Max sea seguro antes de que le permitan volar otra vez tras dos accidentes mortales.
Si se requiere capacitación adicional, incluido el posible uso de los escasos simuladores de vuelo para el MAX, podría representar un costo enorme para Boeing y retrasar aún más el regreso del avión a los cielos.
Las aerolíneas ya intentan ajustar sus planes de vuelo con la idea de que el avión permanecerá en tierra un periodo extendido.
Southwest Airlines dijo el jueves que no incluirá en sus vuelos al Max un mes más, hasta el 1 de octubre. Southwest es la cuarta aerolínea más grande de Estados Unidos por ingresos y tiene más aviones Max que cualquier otra aerolínea del mundo: 34, con órdenes por 250 más.
El anuncio de Southwest es la evidencia más reciente de una aerolínea importante que reduce su expectativa de que el Max regrese pronto. United Airlines hizo lo mismo el miércoles. Al avión se le prohibió volar a nivel mundial a mediados de marzo, pero las aerolíneas esperaban que el Boeing solucionara lo suficientemente rápido el problema de software de control de vuelo para que los aviones volvieran a volar en junio.
Esta semana, el regreso del Max se enfrentó a otro obstáculo cuando los pilotos de prueba del gobierno de Estados Unidos que trabajan en un simulador de vuelo descubrieron otra falla en los sistemas informáticos del avión que podría provocar que la nariz se incline. Ese problema, en el compensador de estabilización, ocurrió en los accidentes de Max en Etiopía e Indonesia en donde murieron 346 personas, ya que los pilotos fueron incapaces de controlar los aviones, según los informes preliminares de los investigadores.
La Administración Federal de Aviación exige que Boeing arregle la nueva falla, una medida que se espera demore tres meses más el regreso del avión.