Camino a Valinor

Riquelme: Misión Cumplida

Por: José Inocencio Aguirre Willars

 

¡Hola! Muy buenos días, tardes o noches, dependiendo la hora en que me lean.

 

Hace seis años, por estas fechas, se confirmó el resultado de la elección para gobernador, en donde Miguel Ángel Riquelme fue electo por mayoría para dirigir los destinos de Coahuila para el sexenio que está por terminar.

 

El resultado se confirmó a pocos días del cambio de gobierno, ya que su llegada al poder ejecutivo ha sido la más cerrada, peleada y judicializada en la historia de nuestro estado. Hagamos memoria.

 

La elección de hace seis años se dio entre cuatro actores: Miguel Ángel Riquelme por la coalición PRI, Partido Verde y los hoy extintos Nueva Alianza y los Partidos Socialdemócrata Independiente, de la Revolución Coahuilense, Campesino Popular y el Joven; Guillermo Anaya Llamas por la Alianza entre el PAN, Unidad Democrática de Coahuila (UDC) y los desaparecidos, Partido Encuentro Social y el Partido Primero Coahuila; Armando Guadiana Tijerina por MORENA y Javier Guerrero García de forma independiente. Otros tres candidatos participaron también por el PRD, el PT y de forma independiente, pero no obtuvieron para ellos ni el 2% de la votación efectiva.

 

El gobernador Riquelme obtuvo un total de 482,874 votos, su más cercano competidor, Guillermo Anaya obtuvo 452,014, una diferencia de 30,860 votos que significaron 2.48 puntos porcentuales por encima del segundo lugar. Todos recordamos la escena en donde Memo Anaya y el líder de UDC brincaban emocionados festejando su triunfo, cuando, de manera irresponsable, el IEC publicó un conteo rápido en donde se daba al candidato del PAN como vencedor de la contienda. Con una diferencia tan pequeña, debieron reservarse esa información que no presentaba la confiabilidad necesaria.

 

A raíz de eso se vino una serie de acontecimientos que tornaron muy tenso el arranque de la administración, entre marchas de los “dignos” y un proceso judicial muy largo y pesado, la aprobación y la confianza en la persona de Miguel Riquelme no arrancaron con los mejores números en los índices de desempeño.

 

Un año después, Coahuila vive una de las peores derrotas electorales para el partido del hoy gobernador; la ola de MORENA que arrasó en todo el país lo hizo también en nuestra entidad. Lo anterior generó que la administración estatal, de origen priista, tuviera que negociar con una administración federal que llegó dispuesta a desaparecer a todo aquello que no estuviera alineado a sus demandas. Las disminuciones al presupuesto asignado a Coahuila desde entonces han sido brutales, se calcula que en el sexenio se dejaron de recibir poco más de 23 mil millones de pesos, prácticamente el equivalente a un año perdido.

 

Si a eso le sumamos una sequía histórica, una pandemia que por dos años afectó la economía mundial, incendios y desastres naturales en la entidad cada año, podemos afirmar entonces que Miguel Riquelme vivió un sexenio de vacas flacas como pocas veces había vivido un gobernante.

 

Sin embargo, a pesar de todas estas adversidades y de muchas más que se han venido teniendo en la entidad, hoy, el gobernador Riquelme es el mejor evaluado en todo el país, los logros en materia de seguridad y empleo lograron hacer que la calidad de vida en la entidad se mantuviera entre las mejores de México; se avanzó en materia de educación, salud e infraestructura a pesar de los recortes y quienes cuestionaron hace seis años la legitimidad de este gobierno, hoy son aliados en la construcción de un mejor Coahuila.

 

La templanza y firmeza con la que el gobernador llevó su mandato se refrendaron también en la confianza de la ciudadanía hacia el candidato que representó la continuidad de los logros obtenidos. Manolo Jiménez obtuvo un triunfo histórico, recuperó la confianza de miles de coahuilenses y sentó las bases para el primer gobierno de coalición en la historia.

 

Miguel Riquelme si será embajador, pero embajador de los coahuilenses que confiamos en él. Muy seguramente será también un embajador del Frente Amplio por México, que sirva de ejemplo ante todo el país de cómo se pueden hacer las cosas bien, con firmeza, enfrentando al oficialismo sin doblarse, con los resultados de frente y con la convicción de hacer las cosas bien por su tierra.

 

Saludos a todas y a todos y por aquí nos vemos la próxima semana.