SANTA LUCÍA CASTÁN
La denuncia de la agresión a la mujer permite romper el silencio y da pie a muchas acciones más, en materia de violencia familiar fortalece la posibilidad de gestionar un resguardo domiciliario, la salida del agresor del domicilio, una orden de restricción y tener más argumentos para una guardia y custodia de menores, expresó la responsable del departamento de Atención a la Violencia en Piedras Negras, Mireya Ramírez Ordóñez.
“La mayoría de la gente tiene todavía una cultura de que no vale la pena denunciar, porque dicen: no se lo van a llevar detenido, entonces para qué denuncio”, señaló.
La responsable del módulo de Atención a la Violencia, ubicado en el Hospital General de Piedras Negras, externó que muchas mujeres no salen de una relación violenta porque dicen que sus parejas las amenazan y lo más común que manifiestan es que si se van, les quitarán a los niños y las echarán a la calle; y ellas deben conocer que tienen derechos y quién les puede ayudar a protegerlos.
“La denuncia es muy importante porque posibilita a esa posible víctima, para no tener que dejar su domicilio, salvaguardar la integridad de sus hijos y poder contar con una orden de restricción, además de que se considere la custodia”, añadió.
Resaltó que la violencia ejercida deja víctimas indirectas, como los niños que presencian ese escenario en su hogar; y entonces, un menor o adolescente que vive un entorno familiar violento, está siendo violentado psicológicamente todos los días, obligado a vivir un proceso que él no pidió y se transgreden sus derechos.
“La violencia es un cáncer social que si no la atendemos, si no denunciamos, no vamos a romper con el silencio, uno de los cómplices más fuertes”, puntualizó.