MADRID (AP) — Un buque cisterna petrolero que presuntamente violaba las sanciones de la Unión Europea al transportar crudo a Siria ha sido detenido por las autoridades de Gibraltar.
En un comunicado, las autoridades del territorio británico de ultramar dijeron que las agencias portuarias y de seguridad, asistidas por la infantería de Marina, abordaron el Grace 1 el jueves por la madrugada.
Agregó que al parecer el buque se dirigía a la refinería de Banyas en Siria, que es parte de una entidad gubernamental bajo control del presidente sirio Bashar Assad y está sujeta al Régimen de Sanciones Sirio impuesto por la Unión Europea.
La UE y otras entidades han impuesto sanciones al régimen de Assad por su continua represión contra los civiles durante la guerra civil. Actualmente, las sanciones apuntan a 270 personas y 70 entidades.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ya informó a la UE sobre los acontecimientos.
Las autoridades de Gibraltar no confirmaron el origen de la carga, pero la publicación especializada Lloyd’s List informó esta semana que el cisterna de bandera panameña transportaba petróleo iraní.
Según la firma de datos Refinitiv, el buque cargaba algo más de 2 millones de barriles de crudo iraní. Los datos de rastreo indicaron que el buque efectuó una ruta larga en torno al extremo austral de África para llegar al Mediterráneo.
La detención del buque se produce en un momento de gran tensión entre Estados Unidos e Irán con el lento derrumbe del acuerdo nuclear de 2015, del cual se retiró el presidente Donald Trump el año pasado. Trump aplicó sanciones a Irán y recientemente envió una flotilla con un portaviones, bombarderos y cazas al Golfo Pérsico.
El ministro de Inteligencia iraní dijo el jueves que toda negociación con Estados Unidos deberá ser autorizada por el líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, y requerirá el levantamiento de las sanciones estadounidenses. Hasta ahora, Jamenei descartado las conversaciones con Washington, en el que según él no se puede confiar.
El ministro de Información, Mahmoud Alavi, dijo a la agencia noticiosa oficial IRNA que “si el líder supremo lo permite, habrá negociaciones entre Irán y Estados Unidos”, pero añadió que Teherán no negociará bajo presión.