Un presidente sin palabra

RUBÉN AGUILAR VALENZUELA

Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de la República juró cumplir la Constitución y también hacerla cumplir. Desde el inicio de su gobierno la ha violado en distintas ocasiones. No tiene palabra.

La violación más visible se ha dado en los procesos electorales. En los 90 días de la contienda electoral del 2021, en 87 días violó la Constitución y la Ley Electoral, de acuerdo al INE.

En la veda electoral, en las mañaneras y en giras, en contra de lo que señala la Constitución, intervino con diversas declaraciones en la elección e hizo propaganda de las acciones del gobierno. Ambas cosas prohibidas.

El INE en repetidas ocasiones le señaló que estaba violando la Constitución y la Ley Electoral y le pidió respetar lo legislado. El presidente no hizo caso alguno. Lo mismo pasó con los señalamientos del TEPJF.

En más de una ocasión en las mañaneras dijo que estaba en su derecho de hacer campaña y descalificó al INE y al TEPJF. Esto a pesar de que la Constitución y la Ley Electoral son claras. No requieren interpretación.

El INE no hizo los artículos de la Constitución que reglamentan las elecciones y tampoco la Ley Electoral. Su mandato es que se respete la Constitución y la ley.

Si el presidente no está de acuerdo con lo que establece la Constitución debe intentar que ésta se modifique, pero mientras esto no ocurra la debe respetar. Eso juró. No ha honrado su palabra.

Frente al ejercicio de revocación de mandato, que el presidente y su partido lo han pervertido y planteado como de ratificación de mandato, una vez más ha violado la Constitución y la ley reglamentaria. Ley Federal de Revocación de Mandato, la votaron los morenistas en ambas cámaras.

El INE y el TEPJF han señalado que en la veda electoral, reglamentada para este evento, el presidente, funcionarios gubernamentales y Morena de manera sistemática han violentado la Constitución y la ley.

El presidente no solo no ha puesto freno a su activismo, sino que incrementa sus críticas e insultos contra el INE y el TEPJF. Funcionarios gubernamentales y dirigentes de Morena de manera mecánica siguen lo que se les dice.

La última irregularidad, que resulta extraordinariamente grave, es que los congresistas de Morena han emitido un decreto, que viola la Constitución, que permite al presidente y a los servidores públicos hablar y hacer propaganda sobre la revocación de mandato.

Las órdenes que el presidente dio a los diputados y senadores morenistas es un golpe grave, muy grave, al Estado de Derecho. Tiene elementos de un golpe de Estado que violenta el orden constitucional.

El decreto anticonstitucional está además fuera de los tiempos que señala la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, que establece que cualquier modificación a la norma debe aprobarse 90 días antes de iniciar el proceso. Lo que se haga posterior a esto no es retroactivo.

La Ley de Revocación de Mandato aprobada por los diputados y senadores de Morena es muy clara y dice que el INE “será la única instancia a cargo de la difusión” de dicho ejercicio. No se presta a ninguna duda e interpretación.

La violación sistemática del presidente a la Constitución que juró cumplir, lo muestra como un hombre que no tiene palabra. Y la orden que ha dado a los congresistas de Morena como un golpista. La República y la democracia viven tiempos oscuros.

 

Twitter: @RubenAguilar