Rey(es) sin corona

PEDRO FUENTES

Delegar (verbo transitivo): Dar a una persona o a un organismo un poder, una función o una responsabilidad a alguien para que ejerza en su lugar o para obrar en representación suya.

En el caso de la política “Delegar” es clave porque “…los ciudadanos delegan las funciones de gobierno en personas elegidas por ellos mismos”. 

¿Pero por qué en Coahuila hoy el verbo “delegar” adquiere una gran importancia?

Hace ya tiempo el hoy senador Armando Guadiana Tijerina se atrevió a recomendar a su amigo Andrés Manuel López Obrador a un “delegado” de las acciones de la 4T en el Estado. 

Y es que a juzgar por los resultados obtenidos hasta ahora, es posible que el ahora senador de la República Santana Armando Guadiana Tijerina nunca se haya  preocupado por tener claro el significado etimológico antes de recomendar a Reyes Flores Hurtado como el representante del gobierno federal en Coahuila.

Se suponía que el objetivo principal siempre fue hacer todo lo posible por propiciar y mantener una relación con el gobierno local y con todos los sectores de la población de Coahuila, todo esto para mejorar las condiciones de vida de los habitantes, por medio de la coordinación de esfuerzos para lograrlo.

Pero, ¡oh sorpresa!, no se pudo.

Veamos los antecedentes de Reyes Flores Hurtado.

Su primera aparición mediática fue frente al Palacio de Gobierno estatal en Saltillo donde provocó un escándalo por una supuesta huelga de hambre en protesta por Dios sabe qué cosas. 

Fue tal el fracaso de su “huelga” que al día siguiente pidió auxilio para que lo sacaran “con dignidad” y se tuvo que armar un teatro en el que intervinieron el entonces subsecretario político Sigfrido Macías Pérez quienes acordaron con los dirigentes morales de Acción Nacional, Guillermo Anaya LLamas y Ernesto Saro Boardman. 

Reyes Flores salió entre ambulancias y paramédicos, sirenas, oxígeno y demás elementos novelescos. Lo cierto es que nunca lo pelaron y tuvo que darle un fin dramático para justificar su salida.

A partir de ahí se han dado una cascada de acontecimientos falsos que han demostrado un grado de inestabilidad del “alto funcionario público”. Denunció un supuesto robo a su despacho que el mismo Guadiana le acondicionó.

Luego vino un supuesto “atentado a su vida” durante un accidente en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León en alguna madrugada. Sin embargo, trascendió que el accidente había sido ocasionado como consecuencia de una fiesta en donde participaron personas alcoholizadas.

Se dio otra “huelga de hambre” en el Zócalo de la CDMX donde fue retirado de inmediato por la policía metropolitana. Incluso alguien convenció a Alfonso Romo de asistir a la protesta, pero al darse cuenta de la farsa salió muy molesto del lugar.

Pero los fracasos y desfiguros no paran ahí. Reyes Flores logró desarticular un muy buen equipo de colaboradores que Armando Guadiana había conformado durante años, gracias a un movimiento ciudadano que se dio en contra de la corrupción del manejo de recursos en diez entidades de México. Mediante chismes e intrigas fue “eliminando” a cada uno de los participantes hasta quedarse prácticamente solo con el ingeniero Guadiana.

Su paso por el PAN fue igual de desastroso. Ni  Guillermo Anaya Llamas, ni Ernesto Saro Boardman sabían qué hacer con él incluso Carlos Orta habría estado  a punto de denunciarlo por haber malversado los fondos del PAN a su llegada de manera legal como presidente de ese instituto político.

Ya como Superdelegado, desde el principio de su gestión no dejó de lanzar amenazas contra funcionarios estatales quienes, según dijo, “pronto serán juzgados e irán a la cárcel”.

Pero la realidad lo alcanzó. Reyes Flores no estuvo a la altura como representante personal del presidente, no ha tramitado jamás ningún recurso o gestión significativa en beneficio de los ciudadanos coahuilenses.

Por si fuera poco perdió una campaña política electoral para diputado local logrando una muy pequeña cantidad de votos.

Sin embargo lo que sí logró con mucha eficiencia fue polarizar la relación entre los gobiernos federal y estatal y sembrar discordia entre los propios al interior de Morena.

Aún y con todo eso, Flores Hurtado ya manifestó su deseo de ser gobernador del estado, lo hizo con declaraciones abiertas a los medios de comunicación e incluso grabó un video musical de una canción pegajosa que se titula “Somos los Reyes”.

Pero los bonos de Reyes parecen ir a la baja y como prueba está que no fue invitado a la reciente visita del Presidente a Coahuila y eso no es un gesto menor. 

Todo parece indicar que del título de “Super delegado”, solo queda eso, el título. 

No cabe duda que de aquel Reinado que algún día presumió Reyes hoy no queda ni la corona.