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Respetable-respetuoso

Foto Especial

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24 de Julio 2019

Julián Parra Ibarra

Hace unas semanas en este mismo espacio –y en todos los demás en los que me brindan la posibilidad de participar-, hablaba acerca de que el respeto es una carretera de dos vías, de ida y vuelta, y que el que no respeta a los demás corre el riesgo –y hasta se puede decir que tiene ganado el derecho-, de no ser respetado.

Igualmente, en distintas ocasiones he mencionado que más allá de quién la represente, la investidura del Presidente de la República, de los Gobernadores, de los Alcaldes –quienes encabezan pues los distintos niveles de gobierno-, debe ser respetada; porque no es la persona, es lo que representa, una autoridad, en la mayoría de los casos electas legítimamente.

Por ello, estoy totalmente en desacuerdo con lo que, en Ciudad Valles, le hicieron un puñado de habitantes de aquél municipio potosino, al presidente Manuel Andrés López Obrador, al irrumpir de manera violenta y ruidosa al hotel donde se aprestaba a descansar la noche del sábado, y sobre todo para ir a plantearle una situación que vía el organismo municipal operador de agua potable, mantienen con el alcalde.

Democracia es respeto, dijo el presidente, y tiene toda la razón.

Sin embargo, para poder ser respetable, hay que ser también respetuoso, y esa, discúlpenme, no es una de las principales –y quizá ni siquiera de las últimas- virtudes del Presidente, quien tiene por hábito descalificar, adjetivar e insultar a los que no piensan como él. Uno de sus principales ‘villanos favoritos’, han sido los periodistas; a todos los mete en un mismo costal, son corruptos, fifís, chayoteros, por decir lo menos.

Sin embargo –y ni siquiera hubo un comparativo de su persona con la del ex presidente-, cuando se habló de que había revivido la ‘partida secreta’ como la que tuvo en su momento Carlos Salinas de Gortari, eso sí lo irritó: ‘Eso sí calienta’, dijo y reclamó y exigió que no se le comparara porque no son iguales. 

Por supuesto que no son iguales, como tampoco los periodistas somos todos iguales, pero él sí puede homologarnos, a compararnos a todos como si fuéramos uno sólo, y ‘eso sí calienta’ siguiendo con sus propias palabras. Finalmente seguiré insistiendo las veces que sea necesario hacerlo: no se puede aspirar a ser respetable si no se es respetuoso, porque al final del día, el respeto siempre ha sido, es y seguirá siendo siempre, una carretera de dos vías, de ida y vuelta. En un solo sentido no funciona.

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@JulianParraIba