Primero el negocio

Julián Parra Ibarra

Cuando Mikel Arreola, dirigente del futbol mexicano salió a decir que se tomarían medidas ejemplares, sin precedentes, tras los hechos del sábado pasado en el Corregidora de Querétaro, lo tomé no con escepticismo, sino con desconfianza, a sabiendas que para la ‘industria del futbol’, primero es el negocio, por encima de las vidas de las personas.

La reunión de dueños de equipos, solo vino a confirmar lo que ya esperaba: las medidas ejemplares que nos prometió, no alcanzaron, ni para la desafiliación del equipo Gallos Blancos, y mucho menos para desaparecer a las barras, por lo que éstas seguirán inundando e invadiendo las tribunas de los estadios, hasta que se registre una nueva tragedia.

Muchos en este país, le apuestan a la cortedad de memoria de los mexicanos, que cuando mucho en un par de meses se habrán olvidado de este sábado negro, y en este caso, todo volverá a ‘su’ normalidad y el negocio de la ‘industria del futbol’, seguirá siendo tan floreciente como hasta ahora.

Las sanciones que dictaminaron es que el equipo Querétaro seguirá participando en la liga pero bajo una nueva administración –regresa el Grupo Caliente, con el compromiso de ponerlo a la venta este mismo año-, porque el cuerpo directivo integrado por Gabriel Solares, el ex portero Adolfo Ríos, Greg Taylor y Manuel Velarde, fueron suspendidos por cinco años.

Querétaro pierde el partido que se jugaba al momento de que estallara la violencia por marcador de 0-3, fue ‘condenado’ a jugar como local durante un año a puerta cerrada independientemente del estadio en el que dispute los partidos bajo esa condición. Y deberá pagar una multa por la ‘estratosférica’ cantidad de 1.5 millones de pesos. La barra queretana fue igualmente ‘condenada’ a no poder asistir por tres años a los juegos de local, y uno como visitante.

Por lo menos uno espera que las palabras del gobernador queretano, Mauricio Kuri, sean más cercanas en los hechos a lo que les prometió a los criminales a los que prometió ir por ellos hasta donde estuvieran escondidos, sin importar dónde hayan nacido, y que el castigo será ejemplar, “del tamaño de tu violencia y tu cobardía”.

Si en lo deportivo decepcionaron las sanciones. Ojalá que en lo penal sí se aplique con todo rigor la ley. Nada más, pero tampoco nada menos.

@JulianParraIba