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Paralaje

23 de Enero 2020

AGUJITA

Por: Hugo Díaz Aguilera

Durante la ceremonia del 114 aniversario de la creación del municipio de Sabinas, se entregaron dos reconocimientos post mortem para personas que supieron ganarse el respeto, la admiración y sobre todo la amistad de mucha gente de la región y un poco más allá.

En Sabinas todavía se estila cuando se tienen eventos de este tipo, llevar a cabo la entrega de reconocimientos para personas que de alguna u otra forma dejaron huella a su paso por esta vida en la ciudad hospitalaria.

Los reconocimientos se entregan por igual a comerciantes, deportistas, profesionistas, hombres, mujeres cuando es posible en vida, y en su defecto post mortem, de tal manera dice el ayuntamiento en turno, homenajear la memoria de quienes con su trabajo forjaron esta sociedad.

En esta ocasión, el comité decidió reconocer la labor de la maestra Idolina Villarreal González y Norberto Pérez, dos destacados agujitenses que desde su trinchera colaboraron mucho para forjar a los futuros ciudadanos que en un momento les tocó atender.

La maestra en el salón de clases y Norberto en los campos de beisbol.

El espacio de esta columna impide enumerar todas y cada una de las razones que motivaron al comité del ayuntamiento sabinense a reconocerlos por lo que me remitiré a mencionar lo que me tocó vivir y ver.

A la maestra Idolina la conocí en 1983 en la entonces secundaria federal profesor Fortunato Gutierrez Cruz, me dio la materia de español, y se caracterizó siempre por su don de gente, por su profesionalismo, siempre vestía muy elegante, muy presentable, creo que al ser hija de un maestro sabía la seriedad con que una labor tan noble debe tomarse.

La seriedad de la maestra Idolina la plasmaba al dar su cátedra y reconocer los esfuerzos que cada una de sus alumnos realizaba por aprender lo mejor posible.

De Norberto Pérez, el popular ‘Prieto’ Pérez de Agujita, también guardo gratos recuerdos. Padre de mi amiga Katy, el ‘Prieto’ fue de esas personas que fácil se ganaba la estima de quien lo trataba.

A pesar de tener un compromiso muy grande al ser manager de beisbol donde muchas veces se tiene que ser duro, el prieto siempre sabía motivar a sus jugadores y conseguir buenos resultados para el equipo.

Siempre me dijo licenciado, aunque no lo soy, y en más de una ocasión me sugirió agarrar el micrófono para narrar partidos de su deporte favorito.

El ‘Prieto’ Pérez siempre se preocupó por mi carrera de locutor a tal grado que me obsequió una colección de revistas con el ánimo de que me documentara y me lanzara a narrar.

A la maestra Idolina y al ‘Prieto’ les aprendí mucho de su quehacer, a sentir amor por lo que hago, hacerlo con responsabilidad, apoyar a otros que quieren aprender, pero sobre todo les aprendí mucho de su persona.

Los seguimos extrañando, y qué compromiso tan grande nos dejaron.