RUBÉN AGUILAR VALENZUELA
Es el título de un artículo de María Elvira Roca Barea publicado en Ideas (El País, 23.07.17) con motivo de los 500 años de la publicación de las 95 tesis del fraile agustino Martín Lutero (1483-1546), el 31 de octubre de 1517, que dan lugar a la reforma protestante.
De los artículos que leí en ese entonces sobre Lutero, el contenido de su propuesta y las implicaciones de su ruptura con la Iglesia católica y el surgimiento de la luterana éste me llamó la atención. Me pareció que ofrecía nuevos ángulos de mirada.
Ahora comparto las notas que entonces hice. En los años de teología, cuando era jesuita, estudiamos el pensamiento de extraordinarios teólogos luteranos. Admiro la vida y obra del pastor y teólogo Dietrich Banhoffer (1906-1945), asesinado por los nazis.
Roca Barea ofrece una interpretación de la figura de Lutero no sólo distinta sino también provocadora. Desde mi lectura plantea seis puntos para el estudio y la discusión:
Lutero traiciona a los campesinos y se pone “al servicio de los príncipes alemanes y alienta la violencia brutal” para que los grandes señores acaben con la rebelión campesina. En sus palabras: “contra las hordas asesinas y ladronas mojó mi pluma en sangre, sus integrantes deben ser estrangulados, aniquilados, apuñalados, en secreto o públicamente, como se mata a los perros rabiosos”. Hay clérigos revolucionarios, como Thomas Müntzer, que se mantienen fieles a sus principios y se ponen al lado de los campesinos. Ellos son ejecutados.
Lutero dio cobertura legal a “los príncipes alemanes, para obligar a las poblaciones de sus territorios a hacerse protestantes, lo quisieran o no y no siempre con persuasivos y pacíficos sermones”. Con su apoyo se hizo valer el principio: La religión del gobernante es la religión del pueblo.
La escritura de la historia requiere siempre ser revisada. Se construye desde contextos específicos y con intereses particulares. Los hechos y los dichos se manipulan, para que digan lo que se quiere. Lo mismo pasa con la biografía de los grandes personajes. La realidad nunca es blanco y negro. Tiene muchos tonos de grises. El trabajo de Roca Barea ofrece sólidos elementos, para cuestionar el mito de Martín Lutero y abre el espacio a la pregunta ¿quién fue? ¿qué hizo?
Twitter: @RubenAguilar