RUBÉN AGUILAR VALENZUELA
En artículos anteriores publicados en Etcétera sobre los presidentes populistas en América Latina he tratado el tema de la estrategia de comunicación, de las estrategias operativas y de la forma y el contenido del discurso. En esos textos señalaba que existe una gran semejanza entre los populistas que se dicen de izquierda y de derecha.
Existen también diferencias significativas, pero que no hacen relación a sus posiciones ideológicas, sino que más bien están directamente relacionadas con su personalidad y su ética tanto a nivel personal como del servicio público. Los presidentes populistas que se contemplan son:
En América del Norte al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (67). En Centroamérica a Daniel Ortega (76) y Rosario Murillo (70), presidente y vicepresidenta de Nicaragua y a Nayib Bukele (39), presidente de El Salvador. En América del Sur a Nicolás Maduro (58), presidente de Venezuela; Jair Bolsonaro (65), presidente de Brasil; Alberto Fernández (62) y Cristina Kirchner (68), presidente y vicepresidenta de Argentina; y a José Pedro Castillo (52), presidente de Perú.
Las diferencias que ubico son:
La diferencia más importante es que al término de su mandato algunos líderes populistas, aprovechando la debilidad institucional de sus países, se valen de una serie de maniobras, para perpetuarse en la presidencia. Para ello, de diversas maneras, logran modificar la Constitución, para “legalmente” quedarse en el cargo. Hay otros, ante la fortaleza institucional de sus países, al término de su mandato dejan el poder y dan lugar a la realización de elecciones democráticas.
Twitter: @RubenAguilar