Enfoque

Por: Eduardo J. De La Peña

Justificado el reclamo que hicieron la semana anterior dirigentes empresariales de Monclova a los legisladores federales por Coahuila, ¿qué están haciendo ante la crítica situación que se afronta desde hace varios meses en la región Centro?.

Y nada respondieron, porque nada están haciendo.

Tienen razón los voceros del sector privado, hay medidas que se pudieran impulsar desde el Congreso de la Unión para aliviar en algo la situación que se está viviendo y ayudar a evitar los recortes de personal.

Algunas cámaras empresariales le plantearon al gobernador Miguel Ángel Riquelme la propuesta de que se busque una declaratoria de emergencia económica para que se concedan beneficios fiscales que permitan postergar el pago de impuestos y de obligaciones patronales como las cuotas con el Infonavit y el Seguro Social.

No están pidiendo condonaciones, sino una prorroga, para poder destinar el poco flujo que hay al pago de salarios, sin preocuparse de caer en una mora fiscal con todas las connotaciones que ello tiene, como multas, recargos, y hasta cancelación de certificados para poder facturar.

No es ilógico ni fuera de la realidad el planteamiento, ese tipo de beneficios fiscales se han otorgado en otras ocasiones cuando ha habido contingencias ambientales que golpean la economía de una comunidad, y ahora no es por una razón de este tipo sino por una situación de crisis.

Ese tipo de medidas se pudieran impulsar desde la Cámara de Diputados, pero también otras de fondo que los propios empresarios han planteado, como las que tienen que ver con la posibilidad de aprovechar otras oportunidades que hay en la región y que ahora no se pueden desarrollar por limitaciones regulatorias y políticas de la administración federal.

Esto está relacionado con la explotación de los yacimientos de gas, y otros proyectos energéticos alternativos que se han postergado ante la incertidumbre que generan los nuevos criterios que impulsa la Comisión Federal de Electricidad para la participación del sector privado en la generación de energía.

Es una paradoja que la economía de la región Centro se encuentre en retroceso por el estancamiento del mercado del acero, haya empleos en riesgo y no se puedan aprovechar otras fuentes productivas.

Situación muy parecida, o aún más grave, se vive en la región Carbonífera. Y no es de hoy, viene en ambos casos desde hace varios meses.

¿Y dónde están los legisladores federales?, hay tres senadores que representan a Coahuila –una de ellas de la región centro, Eva Galaz– y once diputados federales, dos de las cuales son de Monclova, Melba Farías y Silvia Garza Galván.

Y no, ya no es de subirse a la tribuna a hacer exhortos retóricos, es de impulsar acciones concretas para la reactivación económica. Que hagan valer sus facultades como Poder Legislativo y generen una reacción del gobierno federal que permanece indiferente ante esta crítica situación.

Tendría que ser un interés del gobierno de México salvar los empleos y la economía de estas dos regiones de Coahuila.

Hoy en el gobierno de López Obrador canalizan todos los afanes hacia el sureste de México, y lo justifican con el argumento de corregir rezagos y desequilibrios, no falta razón, es bueno que lo hagan, pero que no se desentiendan de estas otras regiones en donde lo que más falta es voluntad para que no se descompongan.

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