El fin del mito Zermeño

LUIS GUILLERMO HERNÁNDEZ ARANDA

Más de una década el mito de político honrado acompañó a Jorge Zermeño. Alcalde de Torreón por primera vez en 1997 terminó su gestión con una buena imagen, era el único ex alcalde que en cualquier evento era recibido con aplausos. Esa imagen le permitió buscar la gubernatura, ser diputado federal, embajador y volver a ganar por segunda y tercera vez la alcaldía.

Sin embargo, tres años bastaron para dilapidar su capital político. A punto de terminar su gestión como alcalde, por tercera ocasión, los ciudadanos se encuentran molestos por una administración que se ha caracterizado por la corrupción, la violencia de los agentes de tránsito, además de intolerante y homofóbica.

Ese descontento se vio reflejado en las pasadas elecciones cuando Jorge Zermeño buscaba ser diputado federal y la población no votó por él, incluso Antonio Attolini Murra (un desconocido en Torreón) obtuvo más votos que Zermeño y quedó en tercer lugar.

En la última semana se revelaron dos nuevos casos de intolerancia policiaca y actos de corrupción. Por un lado, la detención arbitraría del magistrado de la Suprema Corte de Justicia, Javier Laynez Potisek, por supuestamente manejar en estado de ebriedad. 

Por medio de un comunicado el magistrado aseguró que no se encontraba ebrio cuando fue detenido, que tuvo que pagar 6,500 pesos en efectivo para salir de la cárcel, que no le dieron recibo y nunca le aplicaron la prueba de alcoholímetro. La historia es similar a la que han padecido cientos de ciudadanos durante estos cuatro años de administración de Jorge Zermeño. Incluso como nunca el municipio ha recaudado más recursos por las multas de tránsito, siempre y cuando pasen por tesorería.

También en esta semana la reportera Yolanda Ríos le puso nombre y apellidos al rumor que acompañó a esta administración: actos de corrupción en la asignación de obras para beneficiar a los hijos del alcalde. 

Un reportaje publicado en Capital devela que Zermeño tiene tres constructoras “favoritas”; que han recibido por asignación directas contratos por más de 200 millones de pesos. Esto a pesar de no tener maquinaria, de la mala calidad de las obras y las observaciones hechas por la Auditoría Superior del Estado.

De acuerdo a Yolanda Ríos las empresas en cuestión son: Grupo Marniez, S. A. de C.V., GST Ingeniería y Diseño, S. A de C. V., y Distribuidora Marezca, S. A de C.V.  

“Las tres empresas presuntamente son propiedad de la misma persona que aparece como representante legal, el queretano Mario Ezcurdia Carmona, a quien se le atribuyen vínculos de amistad con los hijos del alcalde Jorge Zermeño, principalmente Alfonso Zermeño González”, se lee en el reportaje. 

Dos hechos denunciados en la misma semana evidencian lo que ha sido la administración de Jorge Zermeño caracterizada por la corrupción, la intolerancia, los abusos policiacos y el favoritismo para beneficiar a la familia.

 

@lharanda