RUBÉN AGUILAR VALENZUELA
El artículo anterior publicado en Etcétera, Las estrategias operativas de los mandatarios populistas de África (11.11.21), se dedicó a identificar las estrategias operativas que les son comunes. En esta ocasión se analiza lo que del discurso les es común.
Los mandatarios populistas que se contemplan son: John Pombe Joseph Magufuli (1959-2021), presidente de Tanzania (murió en marzo por Covid-19); Andry Nirina Rajoelina (1974), presidente de la República de Madagascar; Paul Barthélemy Biya’a bi Mvondo (1933), presidente-dictador de la República Federal de Camerún; Évariste Ndayishimiye (1968), presidente de la República de Burundi; Issayas Afewerki (1946), presidente-dictador de la República de Eritrea y Salva Kiir (1951), presidente del Sudán del Sur, el país más joven del mundo.
Los seis son nacionalistas y autoritarios. Tienen historias, trayectorias políticas y personalidades muy distintas. Dos de ellos son dictadores con muchos años en el poder (Biya’a bi Mvondo y Afewerki). Dos son católicos “fervientes” (Magufuli y Ndayishimiye). Uno es cristiano practicante (Kiir). Uno tiene estudios de doctorado en química (Magufuli) y otro estudió ciencias políticas en la Sorbona (Biya’a bi Mvondo). Uno es empresario y se educó en Francia (Rajoelina). Tres fueron guerrilleros en la lucha por la independencia de sus naciones (Ndayishimiye, Afewerki y Kiir). Todos gobiernan países muy pobres y con múltiples y complejos problemas.
Lo común en el marco del discurso
Hago una distinción entre la forma y el contenido del discurso propio de estos líderes populistas.
– Forma
– Contenido
El discurso sustituye la acción
Una característica fundamental de estos gobernantes es que el discurso sustituye a la acción. Ante la gravedad de los problemas estructurales de esos países, la debilidad de las instituciones y la incapacidad manifiesta de los gobiernos sus líderes se refugian en la posibilidad que les brinda la palabra.
Es un recurso común de los populistas en todo el mundo. Condenan el pasado y prometen un mundo mejor para el “pueblo bueno”, del que son sus únicos representantes, aunque en el presente su acción de gobierno no ofrezca buenos resultados.
En el caso de los gobernantes populistas de África está también muy presente la represión, de muy diversas maneras, ante cualquier tipo de disidencia. La censura de los medios y el hostigamiento a los periodistas es algo “común”. La libertad de expresión no existe. Esto también se reproduce, con variables, en los gobernantes populistas de otras regiones del mundo.
Twitter: @RubenAguilar