El campo y la sequía de recursos federales

ÁLVARO MOREIRA

El campo coahuilense está atravesando una temporada crítica. Desde inicio de este año 2022, se vislumbraba que sería uno de los años con menos precipitaciones, afectando seriamente a los estados del norte del país, incluyendo a Coahuila. Esta grave situación se ha mantenido hasta hoy.

De hecho, según el último reporte oficial de Conagua, esta entidad es una de las cuatro que permanece actualmente con zonas de sequía severa, extrema y excepcional, presente en 31 de los 38 municipios.

Esta situación es visible para la población, al observarse un incremento en el número de incendios que están arrasando con nuestra sierra y pastizales; sin embargo, es la gente del campo la que más está resintiendo los efectos adversos de la sequía.

Quienes se dedican a la agricultura y ganadería, están hoy padeciendo debido a las condiciones climáticas: se ha reportado la muerte de ganado a causa de la sequía y todas las actividades agrícolas están en riesgo por la falta de lluvia.

Pese a ello, la omisión y el abandono por parte del gobierno de Morena están matando lentamente al sector rural de Coahuila, como resultado de los recortes presupuestales de los programas de apoyo y la negativa a implementar una estrategia conjunta con los esfuerzos que están haciendo el gobierno estatal y los municipios.

Prueba de esto es el reciente rechazo a ayudar a nuestras comunidades campesinas que, de forma expresa, manifestaron las y los diputados de Morena en el Congreso local, quienes, en un acto de desprecio e indiferencia ante los padecimientos de los agricultores y ganaderos, votaron en contra de exigir al gobierno federal que incluya al estado en los programas y recursos para prevenir y mitigar los efectos negativos de la sequía.

A pesar de su oposición, las diputadas y los diputados del Partido Revolucionario Institucional, logramos sacar adelante esta propuesta que presentamos los legisladores del PRI, y nos mantendremos firmes y fuertes, apoyando a nuestra gente, quien con su trabajo son uno de los grandes motores de Coahuila.

Me despido de ustedes amigos, esperando reunirnos de nuevo, por este medio, la próxima semana. Que Dios los bendiga.